Page 311 - Asturias, sus minas de carbón
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Víctimas de la mina durante el primer cuarto del S.XX en el Grupo Sta. Bárbara
“Nolín” nacía por segunda vez, nacía por poner las condiciones de seguridad que
vez primera su homónimo Manuel Alonso aseguren la existencia de los trabajadores.
González, “Manolín”, de Lorío (Laviana), Tantos padres sin hijos, tantos hijos sin padre,
que tres décadas después sería famoso y tantos mutilados por consecuencia de estos
guerrillero en los montes asturianos . trágicos accidentes, ¿no conmoverán algún
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día a los que se tildan cristianos y olvidan en
su codicia, el amor a sus semejantes?”.
EN SOTRONDIO HAY UN BARRANCO DE LOBOS
El viernes 5 de septiembre de 1919
Cuatro meses después de la Gran Quema de se produce la mayor tragedia del Sotón,
Cobertoria, otra explosión de grisú, ahora en con 12 muertos (la prensa llega a hablar de
la capa 10ª del piso 1º de Mariana (Mieres; no 15 cadáveres). Sotrondio celebra sus fiestas
confundir con Marianas de Aller). Es el 31 de locales, pero súbitamente todo es luto.
julio del mismo 1918 y se producen 8 víctimas: Recordemos los nombres, una vez más,
7 heridos y 1 muerto (Víctor Morán Díaz). para que los muertos sigan vivos: Evaristo
Una semana después (7 de agosto de 1918), Menéndez y Ángel Montes Suárez, ambos de
de nuevo en nuestras minas del grupo Santa 43 años y casados; Belarmino Valpe, vigilante
Bárbara, otra explosión de polvo de carbón trae de la mina, de 31 años, casado; José García
la catástrofe a la familia minera. Es en la capa Rosal y Cipriano Díaz Molina, ambos de 30
Arroyo del piso 1º de Rimadero, conocido por años y casados; Santos García Ordiz, José
sus muchos accidentes como el “Barranco del Fernández Caícoya y Justo Suárez Roses,
Lobo”, según la popular canción que entonces los tres de 24 años y casados; Romualdo
traían los soldados de Melilla. El acta de González, cuñado del anterior, 23 años;
Jefatura de Minas habla solo de 6 heridos, pero Saturnino Álvarez Álvarez y Constantino
con posterioridad fallecieron los 3 siguientes: García, ambos de 19 años, éste último soltero;
Aquilino Calleja, Antonio Piñera y Vidal y, finalmente, el menor de todos: José
Rodríguez. Dice así el cronista, impotente, en Fernández Suara, de 17 años y soltero .
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El Noroeste del 2-9-1918: Añadamos lo que dice uno de los
que vivieron la catástrofe: el vigilante Manuel
“Hoy nuevamente nos tenemos que Fernández Rodríguez, “Manolín Anillos”,
referir a otra explosión, en el mismo grupo y la que habla por boca de su nieto José R.
misma capa del Barranco del Lobo, resultando Piquero Fernández (HULLA, nº 75, abril
dos obreros con horribles quemaduras, 1978): “Conseguí liberar a un compañero
que fueron ingresados en el Hospital de la malherido y al propio ingeniero . Por
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Empresa. ¿Pero es que van a continuar estos entonces se horadaba el Pozo Grande o Pozo
accidentes? Siquiera por humanidad, ya que Sotón. En ese mismo año se terminaron los
el Código Minero duerme el sueño del olvido, trabajos de profundización empezó a sacarse
deben las empresas adoptar medidas. Según carbón”. Efectivamente, tras un siglo de
datos a la vista, la DF tuvo en 1917 una ganancia minería de montaña, los mineros de la zona
líquida de 15.963.897 ptas. Se repartieron a acceden al carbón que yace bajo el río Nalón.
los accionistas en dividendos 5.280.000 ptas. Es un momento mágico el que cita “Manolín
... Creemos que una empresa con semejante Anillos”, sin saber que los viejos bosques
floreciente desenvolvimiento, bien puede carboníferos, reconvertidos en la piedra
[8]. Manolín de Lorío era el último guerrillero vivo a la fecha de su muerte en 17-9-2011. gran parte de sus relatos fueron pura ficción, y los
que no lo fueron los llevó a la tumba, pero tampoco se trata de estropear aquí un bello mito.
[9]. Marino y yo citamos la catástrofe del Sotón en las páginas 194/195 del libro “Dejaron Hu(e)lla” (2005). Nuestro recordado Mario le dedica por mi
mano las páginas 197/214 en el tomo 1 de su obra Catástrofes Mineras Asturianas (2015)
[10]. Efectivamente, recuerda bien Manolín Anillos: el ingeniero de la mina, don Maximino Peña, entró a dirigir los rescates hasta que él mismo cayó
asfixiado, siendo sacado en hombros de los obreros y consiguiendo volverle a la vida empleando fuertes reactivos.