Page 809 - Virgen del Camino

más corto; nunca les hemos delatado. y se les ponía buena nota por llegar me animó y estimuló lo suficiente, para acabar la carrera, posteriormente la
en los primeros puestos. Destacaron como buenos fondistas Parrondo, Rufinín especialidad de Medicina Interna, y trabajar casi cuarenta años en varios
(D.E.P) Cueva, y otros muchos. Centros Hospitalarios.

CULTURA. Todo esto se lo debo, a mi maestro D. Manuel Cañón, que como he
comentado anteriormente me solicitó la Beca, y posteriormente a los PP
Aparte de la música que nos ponían a la hora de dormir, y levantarnos,
los sábados, Domingos y Festivos, se escuchaba a través de altavoces, y se Dominicos del Instituto Laboral San Juan Bautista de Corias (hoy parador
oía por todo el recinto, prácticamente todo el día. nacional) quienes han realizado una gran labor en nuestra educación; les
guardo un gran cariño, siendo consciente de todo lo que les debo.
Libros de lectura: estaban en el despacho del padre tutor. Acudíamos
a buscarlos, se nos informaba de los que estaban disponibles, elegíamos uno
y lo llevábamos a nuestro dormitorio.

En 1967 nos fuimos a Londres, para ampliar nuestros conocimientos de
inglés, ya que, en el examen de Madurez en la Universidad de Oviedo, nos
exigían un diálogo sencillo en este idioma, y nosotros habíamos estudiado
desde tercero a quinto inclusive francés, que nos daba el padre Lastra o el
padre Basilio. Recuerdo que nos fuimos en un grupo Julio, Arturo y yo, desde
Junio a Septiembre; allí nos esperaban los Padre Morán y Berástegui; al
apuntar la dirección de Londres, copiamos el nombre de la calle (Near Street)
pero no el número; cuando llegamos y vimos la gran longitud de la calle,
se nos vino el mundo encima; según íbamos caminando, en una esquina,
“chocamos” con el padre Morán y Berástegui, que no sabían nada de
nosotros, ya que el telegrama que les enviamos desde París, no lo recibieron
por estar incompleta la dirección; quedaron sorprendidos; les comunicamos
que habíamos perdido las maletas, y gracias a ellos, las recuperamos al día
siguiente, previo abono de una pequeña multa de dos chelines y medio. Nos
buscaron un trabajo en la cocina de un restaurante; teníamos que colocar
la vajilla en la máquina de lavar los platos; el sueldo era suficiente para vivir,
e incluso ahorramos algo de dinero.

EPILOGO.

Finalizado séptimo y su Reválida, nos examinábamos de “Madurez” en
la universidad de Oviedo, y una vez aprobado dicho examen, podíamos ir a
cursar estudios en cualquier Universidad. Como dije anteriormente, me decidí
por Medicina en Salamanca (aún no existía en la Universidad de Oviedo).
De nuevo me encontré en una situación desconocida para mí, con unos
1200 alumnos en el primer curso, pero ya había “madurado” tenía una Beca
Salario que me cubría ampliamente los gastos, y además les pagaban a mis
padres una mensualidad equivalente, como si yo estuviera trabajando. Esto

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