Page 546 - San martín del Rey Aurelio
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cruzar luego la carretera a la derecha, justo antes de la cuesta Vindoria, y de
allí hasta el pozo María Luisa”. Texto que figura en la página 43 del libro “La
Güeria. Memoria de un valle”.
(8) Juan Cueto es autor de la teoría sobre el necesario equilibro entre lo
glo-bal y lo lo-cal (glocal) para afrontar los retos del presente y del futuro.
Cueto, aunque nació en Oviedo y vive en Gijón, ha sido gran parte de su vida
un ciudadano sin fronteras y goza de gran predicamento dentro del mundo
de la comunicación tras poner en marcha Canal + en España y Telepiú en
Italia. Curiosamente cuando en su juventud quiso comprometerse con la
democracia y la libertad lo hizo en La Güeria, concretamente, en octubre
de 1967, cuando Cueto, junto a Cheni Uría y Nacho Quintana, acudió a una
casa de este valle, propiedad de la familia de Julio Velasco, para organizar
en Asturias el Frente de Liberación Popular (el Felipe).
(9) El Valle de La Güeria no ha estado nunca solo en ese viaje repleto de revuel-
tas, levantamientos e imaginados asaltos a palacios y catedrales que le con-
virtió en una Pequeña Rusia, pues ese mismo aliento alcanzó también a otros
lugares. Son Pequeñas Rusias que aún se recuerdan en pueblos, villas, ciudades
y barrios españoles, casos de Villa de Don Fadrique (Castilla-La Mancha); el
barrio del Puente Vallecas (Madrid); las localidades de Membrilla (La Rioja) y
Villamalea (Albacete). También se llamó Pequeña Rusia al barrio de Malasaña,
en el corazón del Madrid histórico, pero eran los años setenta del pasado siglo
y el imaginario colectivo tenía ya otros referentes: cultura urbana, pop, rock, en
fin, cosas así que ya no evocaban revoluciones obreras frustradas. Aquí mismo,
en Asturias, hay más Pequeñas Rusias, como es el caso del pueblo minero de
Barredos (Laviana), cuya rebeldía se hizo notar en la segunda mitad del pasado
siglo, ganándose a pulso ese sobrenombre.
Hay un país que “quiere” llamarse de verdad la Pequeña Rusia. Fue en el
año 2007 cuando se anunció la creación de un nuevo estado que llevaría el
nombre de Malorossiya (Pequeña Rusia), ocupando más o menos el territo-
rio de la actual Ucrania, pero que para desgracia de sus promotores ningún
otro país reconoció, de tal modo y manera que la propiedad del nombre y
la correspondiente imagen de marca sigue siendo compartida, entre otros,
por los güeriatos.
(10) Cuando murió Agustín González en febrero de 1977 acudieron al entie-
rro y llevaron a hombros su féretro por la carretera de La Güeria hasta el ce-
menterio, dos jóvenes sevillanos llamados Felipe González y Alfonso Guerra.
(11) El propietario del local alquilado a la CNT en La Llave era mi abuelo pa-
terno, Manuel Marcos Rosa.
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