Page 317 - Miradores
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hasta el año que viene” se hace cuesta arriba. Les inunda la nostalgia, pero les fortalece
        la amable compañía de quien los cuida día y noche.

        Por último, son muchos los que preguntan, movidos por la curiosidad o por la fe,  qué
        milagro hizo la Virgen en la montaña del Auseva, donde asienta su trono. Yo siempre les
        digo lo mismo: el milagro es constante, porque durante más de 1.300 años el pueblo as-
        turiano tiene su mirada puesta en este lugar. A pesar de que nuestra fe es en ocasiones
        débil y pobre, no nos entendemos sin Ella, nos faltaría algo esencial e insustituible. Y
        hablando de milagros los hay que no se ven y que conocemos  los sacerdotes por medio
        del Sacramento de la Misericordia. Esos milagros que pueden curar las enfermedades
        corporales, pero sobre todo las del alma. Esa sanación interior que sólo puede obrar
        Dios por intercesión de su Madre.


        Quiero compartir, como final de mi aportación, unos bellos versículos del Cantar de
        los Cantares (2,14). Es un hermoso poema que el escritor sagrado parece dedicar a la
        Santina:


        “Paloma mía que anidas en los huecos de la peña, en las grietas del barranco,
        déjame ver tu figura, déjame escuchar tu voz, porque es muy dulce tu voz y es
        hermosa tu figura”.
























                          Enlace para OÍR el Himno de Covadonga.
                          Canta la Escolanía del Real Sitio












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