Page 840 - Virgen del Camino
P. 840

cristiana y orientaciones fundamentales que fortalecieron, además de mi vo-
                                                                                                         luntad, sanas ambiciones de crear, a fuerza de trabajo y de tesón, horizontes
                                                                                                         más despejados y felices para familiares y semejantes en general.
                                                                                                            La Santísima Virgen ha querido que caminara largamente por la vida
                                                                                                         para ponerme a prueba, sin duda.

                                                                                                            Apenas cumplidos los veinte años me lancé a la emocionante y españo-
                                                                                                         la aventura de América. Y antes de partir para el largo e incierto viaje, me
        UN EMPRESARIO CRISTIANO QUE CUMPLIÓ SU PROMESA                                                   dispuse a rendir devota visita a la Celestial Madre y suplicarle una vez más
                             Don Pablo Díez Fernández                                                    ayuda, consuelo y protección. Y entonces, ante la grandeza de la Madre,
                                                                                                         hubo de parecerme demasiado humilde y desamparado el viejo santuario,
                            “Todo lo que soy se lo debo a los dominicos. Si algún día puedo,             distante aproximadamente una legua de la histórica ciudad de León, en el
                                  haré aquí, en La Virgen del Camino, todo lo que deseen”.               Camino de Santiago. Y como allí quedaba triste y pobre la Santa Madre que
                                 Pasados unos años. 30, don Pablo Díez, llamó al Provincial,             había iluminado y guardado mi niñez, lleno de gratitud y de filial devoción,
                                 el leonés Padre Aniceto Fernández, O.P. y le dijo: “Estoy en            hube de prometerme rendidamente que, si algún día, por mis trabajos y es-
                                                      condiciones de cumplir mi promesa”.                fuerzos, lograba bienes materiales suficientes, contribuiría con ellos para her-
                                                                                                         mosear aquel santo recinto, dando a la Santísima Virgen casa y cultos dignos
                                                                             Don Pablo Díez
                                                                                                         de su amor y de la fe de los leoneses.
            1.  Palabras reveladoras
                                                                                                            Nuestra Señora del Camino con la misma generosidad que recibió al niño
            Don Pablo recuerda la primera visita que hizo a la Virgen del Camino con                     huérfano, me guió e inspiró durante mi juventud en la dura, pero ejemplar
        su padre y su tía Francisca. Evoca este recuerdo en la «carta constitucional»                    lucha de América, De la protección recibida durante largos años podría ha-
        de la FUNDACIÓN VIRGEN DEL CAMINO. Dice:                                                         cerse aleccionador relato, tanto en cuanto lo referente al trabajo como en
            «A la edad de seis años fui llevado por mi padre Ceferino Díez y mi tía                      lo referente a la salud. En el hogar, en las relaciones sociales y en los conflic-
        Francisca Díez, que tanto me quiso. Le dijo a la Virgen: -Este niño no tiene                     tos y dificultades, siempre advertí el velo amparador de la Santísima Virgen,
        más madre que a Tí. Y te ruego, Madre divina, le tornes bajo tu protección y                     generosa y amantísima, que, sí me protegió materialmente con largueza, me
        le ampares siempre.                                                                              guió y preservó en la convivencia, inspirándome conductas y sentimientos, Y,
                                                                                                         sobre todo, manteniéndome en la verdadera fe. Mercedes todas de infinito
            Desde ese día nació en mí una devoción especial a la Virgen del Camino y creo
        haber sentido su mano protectora en todos los momentos culminantes de mi vida.                   más valor que los propios bienes materiales.
                                                                                                            Transcurrida una vida de duro esfuerzo, jalonada de graves circuns-
            Hijo de padres cristianos, pertenecientes a honorables y honradas familias
        de dicha región, perdí a mi buena madre doña Gregoria Fernández a los tres                       tancias y torturas para la patria española y para el mundo, al terminar la
        años. Y la que se esforzó en sustituir con inolvidables cuidados y desvelos, mi                  desoladora Guerra mundial en 1945, creía tras forzados años de ausencia
        tía carnal Francisca, que residía en Palazuelo de Boñar, con mi padre Cefe-                      y al postrarme de nuevo ante la Santísima Virgen en su humilde Santuario,
        rino (q.e.p.d.) realizó el fervoroso ofrecimiento a Nuestra Señora del Camino,                   que la promesa hecha en mi juventud y a la que siempre me mantuve
        que ya he referido.                                                                              fiel, podría ya cumplirse. Y a tal efecto inicié la inmediata realización de
                                                                                                         estos propósitos largamente madurados y que alcanzaron manifestación
            Fui creciendo. Y entre tareas campesinas, humildes hábitos e inocentes                       externa con ocasión del Año Santo de 1950, al exponérselo al malogrado,
        juegos, siempre sentí el consuelo y la guía de la Santísima Madre. Ella desper-                  virtuoso y sabio Rmo. Padre fray Manuel Suárez, Maestro de la Orden do-
        tó mi inteligencia para el estudio de las primeras letras y me estimuló hacia                    minicana en la propia capital de la cristiandad.
        nobles pensamientos encaminándome para recibir una básica formación
        religiosa y cultural  al Colegio de Corias de la Orden de Predicadores, de                          La Orden que fundó Santo Domingo, tan prestigiosa, hondamente arrai-
        cuyas enseñanzas obtuve clarísimas normas de conducta y sumisión a la fe                         gada en la región leonesa, ha tenido una gran comprensión para aquellos



                                                840                                                                                             841
   835   836   837   838   839   840   841   842   843   844   845