Page 875 - Virgen del Camino
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LA BODA  los seglares. Cristo les constituye sus testigos y les da el sentido de la fe y de la
        gracia de la palabra y de las obras para que la virtud del Evangelio brille en
        la vida familiar y social» (Familiaris Consortio).
 1.  Las nupcias

 En 1916 volvió a España y conoció en Boñar a la que sería su esposa, Srta.
 Rosario Guerrero Herrero, natural de la parroquia céntrica de San Martín de   2.  Fotografía histórica
 León. Su familia, muy distinguida, de los Herrero de Oviedo por su madre. Era   Desde que salió él de su pueblo «con el hatillo de ilusiones que siempre
 Rosario muy joven, elegante y bella, con formación religiosa y humana fuera   Dios concede a los de edad juvenil, y con la inmensa capacidad para el
 de lo corriente.  sacrificio que define al hombre leonés de todos los tiempos, causó más tarde
        asombro con su nuevo giro empresarial y gran sentido humano a la hora de
 Don Pablo solía ir a Boñar acompañado de familiares y amigos. Evocaba
 los recuerdos de su niñez en la villa.  utilizar los bienes materiales, fruto de su trabajo inteligente y metódico desde
        la niñez hasta la ancianidad» («El Diario de León», 17-XI-1974).
 Cerca de la iglesia estaba la fonda «La Valeria», que frecuentaba con sus
 amigos. Uno, llamado Paco Molleda, le presentó a la joven leonesa. Estaba   Don Pablo y doña Rosario no tuvieron hijos. Fue una de sus más hondas
 en la plaza con sus· amigas junto al negrillón. Y de la conversación brotó el   ilusiones frustradas con profundo sentimiento, atemperado por su fe cristiana,
 noviazgo.  caridad al prójimo y amor a la numerosa familia. E intuyeron el designio de
        Días sobre ellos. Entraba en los planes de Dios que tuvieran innumerables hijos
 Al regresar a México, don Pablo fundó una panificadora llamada «El pan   espirituales. Éstos recibieron los beneficios dimanados del amor inagotable,
 ideal», única en su género en México.  depositado por el Señor en ellos. Los quería cooperadores y asociados a su
 En medio de sus negocios no le faltaba tiempo para mantener por correo   providencia sobre los hombres. Ambos lo sentían así. Difundían con su amor:
 las relaciones con su novia.  gozo, bienestar, paz en quienes trabajaban en sus actividades, empresas y
        negocios. Don Pablo ponía su inteligencia práctica. Doña Rosario, su intui-
 Dos años después volvió a España para contraer matrimonio con ella. La   ción femenina y su corazón compasivo y maternal.
 prensa regional -«El Diario de León»- registró así el acontecimiento religioso:
 «Hoy han contraído matrimonio en la iglesia parroquial de San Martín, cuyo   Se conserva una fotografía de ambos a los tres años de casados. De me-
 altar estaba primorosamente adornado, la bella y distinguida señorita Rosa-  dio cuerpo. Característica de la época, 1921, como se aprecia en las revistas
 rio Guerrero Herrero y el joven Pablo Díez Fernández. Bendijo la unión el tío de   gráficas de aquel tiempo, con restos aún de romanticismo. El estudio foto-
 la novia R. P. José Herrero S.J. Fueron padrinos don Lucas Lizant y la madre de   gráfico figura impreso en la cartulina. Tiene ya un color blanco tostado de
 la contrayente doña Rosario Herrero de Guerrero. Los numerosos y aristocrá-  marfil viejo. Ambas figuras se difuminan en la parte inferior, según técnica y
 ticos invitados fueron obsequiados espléndidamente». El acta matrimonial   gusto de la época. Los dos miran al fotógrafo en actitud de enamorados. Él,
 confirma esta información periodística.  con 37 años, tiene aspecto juvenil. Mira de frente con la cabeza levemente
        ladeada hacia la izquierda, como sosteniendo la cabeza de ella, joven es-
 Doña Rosario tenía cinco hermanos: Alfonso, María (gemela), Segundo,   posa de 26 años.
 María Josefa y María Luisa.
            Él, de frente ancha bien delineada por el cabello negro abundante, re-
 María Josefa es viuda de Martínez Gallo.
        lativamente corto y peinado hacia atrás. Las cejas, en línea recta sobre los
 María Luisa, ya difunta, se había casado con don Luis Corral y Feliú. Don   ojos brillantes en armonía con el conjunto del rostro. La nariz, algo corta y
 Pablo dijo de su mujer:  levemente ancha. Bajo ella, un bigotillo negro. Luce corbata de lazo descu-
        bierto en el cuello almidonado con las puntas dobladas hacia abajo. Dan
 -Fue muy valiosa e incomparable para mi hogar y mi vida.
        apariencia de pajarita sobre el nudo de la corbata. Ésta es negra con rayas
 Vio en ella el complemento de sus ideales y la eficaz ayuda para realizar   blancas diagonales. Se pierde en las solapas de la chaqueta. En el bolso
 sus proyectos, de orientación religiosa y social. Ambos unidos cumplieron la   izquierdo superior asoma la raya blanca de un pañuelo. Su fisonomía respira
 doctrina de Juan Pablo II: «La Iglesia no lleva únicamente a cabo el discer-  concentración reflexiva e íntima complacencia.
 nimiento evangélico por medio de los pastores, sino también por medio de


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