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Se trata de un croquis que, con fecha de 6 de julio de 1794, habría
remitido desde Caleao Francisco Solís Castañón (Regidor Perpetuo
del concejo de Laviana, y natural de Aller) a Tomás López de Vargas,
nacido en Madrid en 1730 y, sin duda, uno de los cartógrafos espa-
ñoles más importantes del siglo XVIII, para que este confeccionara
el famoso “Mapa de el Principado de Asturias” (sic), referencia carto-
gráfica de nuestra región hasta bien entrado el siglo XIX.
Guillermo Mañana en su libro A la Sombra del Tiatordos, sin ningún
género de dudas el estudio más documentado y exhaustivo realiza-
do hasta la fecha sobre esta histórica vía de comunicación casina,
reproduce una primera e interesante referencia a nuestro “camino”
que nos hará reflexionar sobre la importancia que realmente tuvo:
“Antes de ascender hacia Gobezanes es obligado hacer referencia
a un camino espectacular e importante, que se desgajaba del Ca-
mín Real y se dirigía hacia Prieres salvando por lo alto el desfiladero
impracticable de La Foz, y que por tanto comunicaba el valle de Orlé
con Tanes, Covalles y Caleao. Aún hoy impresiona contemplar los
imponentes muros con que se armaba aquel camino para pasar,
airoso, sobre los abismos de La Foz. “ (Guillermo Mañana Vázquez. A
la Sombra del Tiatordos. El Camín Real, pág 251).
La histórica deficiencia en las comunicaciones de nuestra región se
acentuaba lógicamente en concejos como el casín, que por sus ca-
racterísticas geográficas resultaban más ajenos a la actividad eco-
nómica e industrial, más localizada en la zona central y costera. Un
mapa del Principado de 1893, perteneciente al Anuario de Obras Pú-
blicas de Madrid, evidencia esta precariedad, mostrando en cons-
trucción la única carretera que tendría el concejo durante mucho
tiempo: la que unía Infiestu con El Campu y este con Pola de Laviana.
Si tenemos en cuenta que la carretera del puertu Tarna no quedó
definitivamente terminada hasta 1935, nos haremos una idea de la
importancia que tuvo que tener la red de caminos vecinales, de he-
rradura y carreteros de la comarca.
En este contexto, parece claro que, más allá de una simple vía de
comunicación entre dos pueblos vecinos como son Prieres y Gobe-
zanes, el Camín de la Peña funcionaría de vía secundaria por la que
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