Page 312 - Virgen del Camino
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D) El cultivo de personalidades y la acentuación de las dificultades de 3. Brevísimo colofón para futuros caminantes de la memoria
maduración sin el mundo femenino
Hemos llegado al final de este pequeño camino evocador de un preciso
Es preciso ir concluyendo esta pequeña muestra de atención a momento de la historia de la Virgen del Camino, cercano o lejano, según
nuestra memoria colectiva, pero no conviene finalizarlo sin dos referencias se mire o quien la contemple. Hemos tratado de contemplar la singularidad
fundamentales. La primera, a mi ver, es altamente positiva, sin querer disminuir del proceso creativo en la segunda mitad del siglo XX y nos hemos detenido
un ápice de cuanto haya podido sufrir cualquier niño, muchacho o fraile en las dos décadas que trascurren entre 1955 y 1975 tratando de encontrar
en su proceso vital. Me refiero lógicamente a la pléyade de personalidades alguna clave interpretativa que pueda ordenar con algún significado la
que salieron de aquella Escuela Apostólica de la Virgen del Camino, los que memoria singular de aquel momento. Hemos creído o querido encontrarla
presentes o ausentes forman aquellas comunidades de frailes-profesores en la existencia de un humanismo integrador que el título de este artículo
en nuestra memoria; los que terminaron siendo, y muchos lo son aún hoy evoca. Deseamos haber acertado, al menos en alguna pequeña medida por
admirados padres dominicos o se fueron prematuramente; los estudiantes al menos dos razones importantes: la primera porque, si así fuera, otorgaría
que terminaron siendo grandes personalidades en su campo, más o menos mayor valor a un proceso que sin duda contiene muchas innovaciones y
reconocidos socialmente, esos poco importa para nuestra finalidad. esta honraría muchas vidas vividas; la segunda, porque, de tener algún
Sabemos los muchos que han descollado en las ciencias y la medicina, las acierto, aquel humanismo integrador podría expresar alguna palabra o
artes, clásicas y modernas, la música, la enseñanza, las ciencias sociales, la imagen valiosa para el confuso tiempo que vivimos, introduciendo, claro, es
comunicación y al empresa, y hasta en la política, en fin, los que suponemos la curva precisa del mundo femenino. Gracias a quienes con gran denuedo
legítimamente celosos de su intimidad, pero igual competencia en su y valentía han preservado la memoria de ese conjunto singular.
proceso vital, los que desde cualquier perspectiva han sentido como propio
ese humanismo integrador, cuya iluminación primera tal vez comenzara a
tintinear en aquel lugar singular de la Virgen del Camino.
Sin embargo, es preciso señalar una ausencia singularmente en este
evocador proceso colectiva. Hasta donde quien esto escribe alcanza, a
pesar de la elección privilegiada de una Madre al borde del Camino, la
memoria del Colegio Apostólico de la Virgen del Camino es también
el reconocimiento de la ausencia casi absoluta de la mujer y del mundo
femenino. Si la misoginia era más o menos consustancial al rancio abolengo
del carácter patriarcal que era característico del régimen dictatorial y de
la vieja sociedad española o si bien la educación religiosa preconciliar,
incluso en medio de sus ejemplos innovadoras, seguía siendo deudora de la
posición omnipresente del imaginario varonil predominante, son tareas de
difícil proclamación social en sus evidentes consecuencias sociales. En todo
caso debe hacerse constancia de tal ausencia, porque fue generadora
de una profunda debilidad que seguramente debió provocar sufrimientos
injustificados y precisó de muchas voluntades superadoras. Federico Esteban,
en un comentario vibrante sobre la arquitectura colegial evoca en nuestro
libro de cabecera esa ausencia de curvas, cuya lectura recomiendo (cf
págs. 295-297).
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