Page 690 - Laviana
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Pero la que hoy nos ocupa es la cuenca que empieza allí, en la zona
                 David Rodríguez García                                                                  alrededor de Entrialgo, en la que situó Palacio Valdés su Arcadia amenazada

                                                                                                         por la industria. Quizás si Don Armando visitara hoy la zona viniendo desde Uviéu
                                                                                                         respiraría hasta con cierto alivio, aunque fuera tan sólo por la comparación,
                                                                                                         viendo que lo que para él era la barbarie de un progreso que arrasaría con lo
                                                                                                         verde de su valle, no llegó a provocar la debacle de borrar el encanto de la
                                                                                                         zona. Incluso los chamizos que monte arriba quedan como restos salpicados
        Villoria: la cremallera imaginaria que                                                           por la zona, con las venas de raíles que en otro tiempo sirvieron para el trajín

        parte la cuenca del Nalón, mi güela Celia,                                                       de la extracción, no le parecerían una agresión tan brutal como la que el

        y una castañal echada a perder por                                                               aventuraba. Al menos en esa supuesta comparación (una comparación,
                                                                                                         como todas, odiosa) con lo que habría visto hasta llegar allí. También, claro,
        una aparición mariana.                                                                           por el esfuerzo de reinventarse que ha integrado alguna de esas heridas para

                                                                                                         disfrute ciudadano, desplazando personas en ruta disfrutando del entorno
                                                                                                         donde antes circulaban los vagones con el fruto recién arrancado de las
               La cuenca del Nalón (la cuenca buena como diremos quienes tenemos
        algún tipo de vínculo, aunque sin pretender con ello que la otra cuenca que                      entrañas del monte.
        vertebra el centro de Asturies sea mala, sino simplemente por dejar claro que                           Es  allí, en  donde  empieza esa  cuenca,  en  la zona de  la Chalana,
        la nuestra es buena), la cuenca del Nalón, decía, parece vinculada al ya                         donde desemboca el río Villoria, al que da nombre el pueblo (la parroquia)
        pasado industrial de la misma. En el imaginario popular y personal de mucha                      que se encuentra remontando su cauce desde Entrialgo. O quizás es al revés,
        gente hay una sucesión de castilletes, tolvas, barriadas y pequeños pueblos                      como dicen algunas teorías que basan el origen de la citada toponimia en
        marcados por la actividad minera. Y digo marcados y añado aún, porque el                         la presencia del río, y es el agua el que da nombre al pueblo y a la parroquia
        declive de la industria no implica ni mucho menos que deje de estar tatuada                      entera.
        en el paisaje y el paisanaje, marcando hasta hábitos y personalidades aún
        a día de hoy. Y cualquiera que conozca presencialmente la zona puede                                    Villoria para mí es el recuerdo de mi güelo Cundo y, sobre todo de mi
        pensar que el marco industrial le acompañará, ascendiendo el río, hasta la                       güela Celita (que vivió algunos años más). Pero ese recuerdo se difumina,
        misma fuente la Nalona.                                                                          como todos los de mi güela. Tanto que en los últimos años de su vida, ni
                                                                                                         siquiera ella los conservaba. Mi güela Celita bajó con el so home, mi güelo
                Sin embargo, al llegar al puente la Chalana la cuenca muta, perece                       Cundo, desde lo alto Les Bories al valle, en busca de un hogar más amañoso
        que abierta en cremallera por el mencionado puente que cruza el río, cuya                        y construyó una vida y unos recuerdos que acabaron siendo borrosos en su
        carretera continúa hacia La Collaona, para pasar a  lo allerano, como si                         mente, y que incluso yo tengo ya que imaginarme. Un buen día, ya mayor,
        quisiera de algún modo dirigirse al encuentro de la otra cuenca, un poco                         mi güela Celita reflexionó al aire, sin venir a cuento como mucho ya de lo
        más allá, para decirle que no hay cuenca mala. Allí, en la Chalana, se inicia                    que decía entonces “pero si yo llámome Celia, cómo ye qué to’l mundo
        esa parte de la cuenca que discurre a la vera del Nalón, y encuentra el                          llámame Celita?”. Obviamente, era esa enfermedad con nombre raro que
        paisaje libre cuando se mira en derredor. Allí se termina esa cuenca que                         todos conocemos la que le provocaba esos comentarios. Igual que le hacía
        pagó en su propia piel el precio de proporcionar impulso y energía a una                         perder sus recuerdos, y por eso yo dejo aquí mi recuerdo para ella. E igual
        Asturies que ya nunca será. Como el deportista que entrena sin descanso en                       que por eso desde entonces, por desgracia no mucho tiempo, comencé a
        sus años jóvenes y, llegada la mediana edad, sufre en su cuerpo los rigores                      llamarla Celia.
        del esfuerzo límite.



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