Page 693 - Laviana
P. 693
Villoria está a la sombra de Peña Mea, y las poblaciones y lugares segmentado -muchas veces por la división de sexos- más o menos cerca
que componen la parroquia se van sucediendo con el río como epicentro, del altar, e incluso directamente fuera, fumando. De hecho, puede que las
como supongo todas las poblaciones se empezaron a organizar en su día, iglesias de la cuenca minera fueran la primera avanzadilla de regulación de
buscando el agua como resorte de vida para establecerse en pequeñas espacios para fumadores, quién sabe. Pienso a veces que la relación con
sociedades, y estructurando así el modo de satisfacer con los diferentes la iglesia de la zona está reflejada en las tiranteces constantes de mi güela
recursos imprescindibles las diferentes necesidades vitales. con el cura del pueblo. Reflejadas porque siempre acababan destensando.
Siempre enfadada por algo con el cura, algo que había dicho, alguna cosa
1
Villoria, el pueblo, la parroquia , se sitúa en esa cremallera imaginaria del cementerio, algún cambio no programado. Pero siempre dispuesta a
de la que hablaba en la cuenca del Nalón, donde se hace más presente acudir a la iglesia y cumplir.
agricultura y ganadería (aunque sea, cada vez más, a pequeña escala) que
en la parte anterior. Y donde puede disfrutarse de la naturaleza, así como Tanto es así lo de la relación con lo clerical y la divinidad, que uno de
dejarse sorprender por los restos de aquel pasado industrial metido a calzador, los sucesos más recordados de la zona tiene por protagonista a la propia
incrustado en el monte en ocasiones, como los restos de la mina de Fradera. virgen María. Allá por los primeros años 50 (parece que 1953, aunque el
Incluso puede disfrutarse de ambas cosas a la vez, transitando rutas como año concreto varía según las versiones y las cuentas sobre la edad de las
la que va de Puente d’Arcu a Tolivia aprovechando el recorrido del tren protagonistas en relación a quien lo cuente) sucedió en la parroquia de
minero, epítome perfecto de la combinación de ese pasado industrial y de Villoria otro de esos capítulos que evidencian la imbricación de las creencias
un presente que lucha por integrar las heridas de esa época y recuperarlas en el discurrir vital de la cuenca, y del pueblo. Algo que les sucedió a Amor
para el entorno. y Milagros (aunque también según la versión aparece alguna protagonista
más), dos niñas de Les Bories, el pueblo más alto de la parroquia (y del concejo)
Es llamativo que (aparte del puente medieval, que conserva la
leyenda de que estuvo precedido de uno romano en el mismo sitio, de ahí cuando enfilaban el camino hacia su casa, tras haber bajado hasta Villoria
el nombre de “romano”, además de su propia planta), por lo que más se a por pan. La verdad que es difícil contar lo que sucedió entonces, primero
conozca Villoria sea por su iglesia (Iglesia de San Nicolás, del S.XII), y por ser el porque las versiones son diversas, incluso de las personas que vivían entonces.
lugar de nacimiento de un miembro del clero como Fray Ceferino González. Pero sobre todo porque la intención de floritura narrativa no se lleva bien con
¿O acaso no parece llamativo que un pueblo de la cuenca, legendaria (y la explicación racional, y adornar de brillantes recodos una historia con final
en parte realmente) roja y anticlerical tenga entre sus referentes hacia el conocido se torna difícil. Además, la castañal de la historia, que se llevó la
exterior símbolos vinculados a la Iglesia? peor parte de todo, era de mi bisabuela. Una castañal echada a perder, y un
bisnieto escribiendo sobre ello 70 años después, como si le hubiera entrado
De hecho, la actitud ante lo clerical, ante el acto religioso, no deja un sentido de la proprietas momentáneamente -al menos para recordar el
de ser llamativo de por sí, como lo es en toda la cuenca. Esas mañanas episodio- intacto. Como si no hubiera sido difuminado por las décadas.
de domingo que giran en torno a la hora de la misa, su entrada, su salida, En el práu La Fuxaca, en la castañal que era de mi bisabuela
su vermú (vino, café, caldo…). Esas misas de funeral con el personal
Mercedes, Amor y Milagros vieron, y así contaron, a la virgen plantada, tal
1 La parroquia de Villoria está integrada por las poblaciones y lugares siguientes: Arbín, La que dispuesta a bendecir a la parroquia de Villoria, que quedaba a sus pies.
Barrosa, Les Bories, Brañifraes, La Boza, Braña Baxo, Braña Riba, Bustiello, El Cabu, Campuma- Vestida de blanco e iluminada, como manda el protocolo en estas cosas de
yáu, La Caúcia, El Cerezaliru, El collaín, El Colláu, Corián, El Corazal, La Correoria, El Fabarie- las apariciones. Aquel día, las niñas llegaron corriendo, temblando y llorosas
gu, Faiseques, Febreru, Fechaladrona, Fonfría, Los Fornos, Grandiella, Grandón, La Llosagra,
El Llosón, El Meruxal, Les Mestres, Migalpiri, La Paraína, Piedresnegres, El Pisón, La Pumará, Les a sus casas. A partir de ahí el suceso corrió como la pólvora, y el interés en la
Quintanes, La Reondina, Reondo, El Ribayón, El Rosil, Sampedro Villoria, Sograndiella, Solano zona fue creciendo. Furor, o más exactamente fervor, si hablamos de estos
Baxo, Solano Cima, Tablazo, Tarrucio, El Tendeyón, Los Tornos, Valdelafaya de Baxo, Vallicas-
tañal, Los Veneros, Villoria, Viscozá y la Xerra la Collá los Veneros temas. Tenemos que tener en cuenta que la primera mitad del siglo XX fue
692 693