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Musel y/o SMDF) aplastado por el techo desprendido de la capa Escribana (Acta el 12-6-1926, al cual nos referiremos cuando nuestro río documental nos lleve a dicho
PM 12-4-1919). Deja viuda a la joven Sara Blanco, de El Forno (Tiraña), con dos hijos
pequeños y embarazada de seis meses. Tres meses bautizan al recién nacido con
el mismo nombre de Francisco. Añade Albino Suárez (2005) que la viuda se quedó
sin pensión, “con el cielo arriba y la tierra abajo ... pues así se quedaban en aquellos
tiempos cuando tantas muertes había en la mina”. Recibió una indemnización de
4.500 ptas., con las cuales puso un pequeño comercio en su casa natal de El Forno,
al poco de iniciarse la subida a la Faya Los Lobos.
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Llegados con nuestra crónica (relato-río la venimos llamando en homenaje al Nalón)
a los años 1920 hemos de destacar la presencia en Laviana del famoso ingeniero
Ernesto Winter Blanco quien dirige Coto Musel hasta 1925. A su titulación de Minas
(por la Escuela de Lieja, Bélgica) unía sus cualidades como pedagogo, humanista,
viajero y ensayista (entre otras obras, escribió en 1922 “Elogio de la inquietud”, con
prólogo de Fernando de los Ríos.). En Laviana tuvo sus primeros contactos con los
sindicatos mineros, comenzó su interés por la pedagogía y continuó publicando en
revistas especializadas (“El Constructor”, “La Industria Metalúrgica”, etc). Colaboró
con trabajadores que fueron becados por la Junta de Ampliación de Estudios para
completar estudios en Barcelona.
LA MUERTE DEL NIÑO HERMINIO EN LA CHIME-
NEA DE PLUTÓN
En el año 1920, data Albino Suárez (“Episodios Mineros”, 1996, pág 109-111), sin más
precisión y sin que hayamos podido constatarlo en las Actas de Policía Minera, un
grave accidente en la mina Amada, de Coto Musel, en la persona de Juan Gonzá-
lez “Juanón de la Boza”, el cual se automutiló la mano con un hachu para librase
de un lisu que lo había aprisionado una vez prendida la mecha. Desconozco si el
tal “Juanón de la Boza” pudiera ser pariente del histórico comandante “Pepón la
Boza”. En todo caso, es un suceso idéntico al de “Sindo el Mancu de Bóo”, ocurrido
16 Albino Suárez Cortina, 2005: “Tiraña, abril 1938”, p 133-134. Añade Albino sobre el
establecimiento de la viuda Sara Blanco que “en tiempos posteriores a la Guerra Civil,
siendo nosotros niños, recordamos que había gran movimiento de clientes, pues eran tiempos
en que el valle estaba poblado por todas partes”.
Albino Suárez fue publicando durante años, especialmente en su revista Alto Nalón, la que
podemos considerar como la mayor fototeca de las minas del concejo de Laviana, con un
amplio catálogo de Coto Musel. Tan solo sería aconsejable en su archivo gráfico un cierto
trabajo documental para convertirlo no solo en la mayor iconoteca minera, sino también en
la mejor. Muchas de las imágenes le fueron prestadas por Marino Iglesias Rodríguez (Archivo
MIR) cuando preparábamos el libro “DEJARON HUeLLA” (2004) y creíamos que servirían de
modelo de cómo se debe documentar la memoria gráfica, pero no fue así.
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año 1926.
El sábado 30 de julio de 1921, a las 5 de la tarde, en el 5º piso de la capa María,
se mata en una chimenea el niño-minero Herminio Alonso García, de 16 años, al
ser golpeado por los escombros producidos tras un disparo de dinamita. La guía se
había adentrado 130 m en la montaña y habían empezado a subir el pozo o “chi-
menea” dentro de dicha capa María (capa que, recordemos, tuvo su origen en la
concesión “María”, en la que se abrieron los pisos 5º al 10º por encima del Merujal o
Meruxal de Coto Musel, no del homónimo lugar de Villoria) . Aún faltaban 30 m para
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calar al aire libre, que era el momento glorioso en que los hombres-topos (inspiración
sublime de los poetas de la mina), guiados en los últimos metros por la aparición de
animalillos y raíces, ya no excavaban roca sino tierra, hasta asomar su carbonosa
cabeza al ‘tapín’. No pudo vivir el niño Herminio aquel momento luminoso de nacer
de la tierra (como en la película de culto “Amanece que no es poco”). Lo sacaron
por la galería de base y a la pobre madre le dieron el cuerpo inerte de su hijo y la
recaudación abierta por el PSOE de 1 pta por cada trabajador (¿por qué a la mujer
que pierde el marido se la llama “viuda” pero a la madre que sufre la tremenda pér-
dida de un ‘fiu’ no se la llama, por ejemplo, “fiuda”?).
Desconocemos quién pudo ser el Plutón chimineísta -un chimineísta no era un pica-
dor cualquiera- que debió de acompañar al niño Herminio, pero el ingeniero ac-
tuario, don Gregorio Barrientos (Actas 6-8-1921 de PM y 9-8-1921 del Grupo Santa
Bárbara), quedó tan impresionado que solo se le ocurrió aconsejar que la chimenea
se terminase a ‘despile’ esto es, invirtiendo el proceso: bajando el pozo desde el pra-
do hasta la galería, “disponiendo escalas para el personal” y sacando a hombros los
escombros, o mediante un torno . Son demasiadas las incógnitas que para siempre
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No confundir Meruxal y Meruxalín (o Merujal y Merujalín), lugares a 1 km al W de Mardana
y nacimiento del ferrocarril de Coto Musel, con el pueblo de Merujal o Meruxal, situado a 3
km SW de su homónimo, en la parroquia de Villoria, al pie del pico Tres Concejos y orillas del
arroyo Riomontán, que desemboca por San Pedro en el arroyo de Villoria, a orillas del cual,
por cierto, se encuentra el lugar de Piedranegras, sin duda el topónimo más hullero que se
pueda localizar en Asturias.
Existen en la parroquia de Villoria multitud de topónimos que, según mi teoría de las caverMinas,
vinculan un territorio con pretéritas minerías romanas e incluso prehistóricas. Son los casos de
Borias, Boza, Bustiello, Llosagra, Fo Vázquez rnos, Tornos, etc. De ahí quizá la inaudita existencia
de un esbelto puente romano en tan remoto rincón.
18 Los tornos ya empezaban por aquellos a ser popularizados en la mina con la palabra
“güinchi” o “winchy”, del inglés “winch” (enrollar), idioma del que probablemente derivara
la enigmática palabra “güaje”; “wage” era en el mundo anglosajón el salario semanal.
(por cierto que la Academia de la Llingua en su absurda cruzada por una lengua fonética
(¡ay! si los andaluces hicieran lo mismo...) ha prohibido la letra “j” de la jota y del joder y han
inventado, para sustituirla en la neo-lengua del Matrix Astur, una “h” con un punto debajo:
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