Page 944 - CASO
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Las zonas montanas de substrato ácido, también se encuentran
pobladas por un denso hayedo, dentro del cual, en sitios de suelo
más seco, se puede intercalar algún roble albar o ‘caxigu’ (Quercus
petraea), mientras que, en los que hay mucha humedad edáfica, es
el abedul o ‘bedul’ (Betula pubescens) quien le acompaña o pue-
de aguantar el encharcamiento en solitario. Los pastos robados al
hayedo se llenan de piornos (Genista florida) que forma una areola
alrededor del hayedo, porque se protege con su veneno del inten-
so pastoreo. Además, en altura, a más de unos 1400 m, el haya ya
no soporta el frío, siendo entonces el abedul quien toma el relevo
en los suelos ácidos y frescos, formando un bosque poco denso y
con abundantes matas de ericáceas, llamado abedular, allí son fre-
cuentes los brezos o ‘uzas’ Erica arborea y ‘gorbizus’: Calluna vulga-
ris, Daboecia cantabrica, y también las arandaneras o ‘arandanales’
Vaccinium myrtillus. En estas zonas de suelos ácidos, ya cercanas a
la provincia de León, crecen algunos pinos albares (Pinus sylvestris),
también considerados autóctonos.
Plantas del piso subalpino
En Caso, a partir de los 1600-1800 m, el bosque no se puede desa-
rrollar, a causa del intenso frío, pero sobrevive allí un matorral bajo,
de hoja perenne, en el que la especie característica es el enebro
postrado o ‘nerbu’ o ‘anebro’ (Juniperus communis subsp. alpina),
estamos en el Piso Subalpino, que alcanza una amplia franja que va
desde el límite del bosque hasta las cotas más altas del municipio.
En este piso, sobre substratos básicos, el enebro rastrero se aso-
cia frecuentemente a una mata rastrera de hoja perenne y precoz
floración blanca, llamada gayuba, ‘gabuxa’ o uva de oso (Arctos-
taphylos uva-ursi), que posee correosas hojitas redondeadas apre-
ciadas como medicinales; más raramente el enebro prostrado está
acompañado por la venenosa sabina rastrera (Juniperus sabina);
por encima del matorral aparecen alternándose con las peñas los
pastos de altura, en ellos nos cabe destacar un pasto duro, la endé-
mica Festuca burnatii entre otras muchas hierbas.
Por otro lado, en estas altitudes, cuando el suelo es bien ácido, o
bien calizo descarbonatado y por tanto ácido, podemos ver a dos
tipos de arandaneras (Vaccinium myrtillus y V. ulginosum subsp.
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