Page 880 - Laviana
P. 880

podían comprar en el comercio de Josefa “La Roxa”, una tienda-bar al                             ocasiones, grandes orquestas, Vicente Díaz o Manolo Santarrúa, pasaron por
        uso, un comercio mixto que daba un importante servicio a la vecindad con                         Puente d’Arcu.
        productos de primera necesidad y todo un catálogo de artículos apilados
        en la estantería detrás del mostrador. Aquí se compraba la tripa y la sal para
        el “samartín”. Dulce de membrillo y harina.  Madreñes y zapatillas y hasta                              La localidad mantuvo, por otra parte, largo tiempo la tradición de
        colonia a granel. Tenía, también un dispensador de aceite. Y varias mesas de                     “plantar el pino” en la plaza al lado del Nalón, coincidiendo con la noche
                                                                                                         más corta del año, la de San Juan. En El Puente todavía se recuerdan sonadas
        mármol y forja al estilo de los mejores cafés de La Pola.
                                                                                                         escaramuzas con los vecinos de Ribota. “Per algunos pueblos de la parroquia
                                                                                                         Llorío, teníen la zuna de robar los pinos a otros pueblos: La Fomermeya a
                La  barbería  de  Luciano,  el  taller  de  bicicletas  de  Pipi,  el  chigre  de        Los Tornos, L’Acebal a La Pumará; Ribota a El Puente, a Iguanzo, etc. (una
        Casa Oliva, el estanco en El Xerrón, la carpintería de Talín y Jandro, una                       vegada llegaron a xuntar los de Ribota hasta siete pinos); pa que nun los
        carnicería y la tienda de casa Vicenta... un buen número de negocios, de                         robaren, dexaben xente curiando, pero munches veces adormecíense; si los
        todo tipo. Durante un tiempo tuvo actividad una confitería y un pequeño                          descubríen, escorríenlos a xorrascazos y había palos ”.
                                                                                                                                                                36
        salón de baile. También funcionó una curtidora de piel: El Cortijo. En aquella
        economía de subsistencia en la que el jornal de la mina se complementaba
        con la güerta y el ganado, también se recolectaban castañas y avellanas,                                En El Puente había otro bar: el de Nieves y Lolo. Este local, mientas
        productos que se enviaban fuera de Asturias para su transformación,  de                          estuvo  abierto,  era  parada  obligada  el  día  del  Descenso  Folclórico    del
        hecho, en la Panificadora de Laviana (cuya familia tiene su origen en Puente                     Nalón.   La fiesta,  hoy de interés  turístico nacional, tiene la salida de las
                                                                                                         embarcaciones en Puente d’Arcu.
        d’Arcu) se recibían los sacos de ablanes que se mandaban a Cataluña. La
        época dorada de Puente d’Arcu se fue desvaneciendo a partir de los años
        80. Sin embargo, siempre mantuvo un buen nivel de población que fluctúa                                 El primer cartel que tuvo el Descenso fue obra de Laga, un pintor
        alrededor del centenar de vecinos actuales.                                                      afincado en Puente d’Arcu, trabajador de la fábrica de La Curuxera.  Luis
                                                                                                         Antonio García Alonso (1924-1993)  era natural del Condao.  Injustamente
                                                                                                         olvidado, fue un pintor sobresaliente. Dominaba con mucha solvencia la
                En el plano festivo, El Puente celebra la fiesta de La Madalena.                         acuarela y era un excelente retratista, una muestra la podemos ver en el
        “Dempués d’unos años d’abandonu, les fiestes recuperáronse nos años                              salón de plenos del Ayto de Laviana donde está colgado el retrato que hizo
        cincuenta del sieglu pasáu y fexéronse de forma intermitente hasta fai
        bien pocos años. La recuperación foi solemne col enramáu de tol pueblu y                         del poeta Emilio Martínez.
        misa campaña nel Prau les Monxes, pegante a L’Escubiu; pa otres vegaes,
        escoyóse El Lleronzucu, El Llerón de los Mochos o El Llerón de la Fábrica, al
        otru llau del ríu. La fiesta entamaba’l sábadu col baille del prau; el domingu,                         Otro poeta, Albino Suárez, responsable de la revista  Alto Nalón,
        había misa y procesión dende La Capilla a El Campu y vuelta, puya’l ramu,                        gran amigo de Laga, recordaba su trayectoria vital en un amplio reportaje
        partíos de solteros escontra casaos y verbena; el llunes, díbase de jira al prau                 publicado en su revista, tras el fallecimiento del pintor. En el texto, además
                                                         35
        la fiesta y había xuegos pa neños y merienda ”.                                                  del repaso biográfico, Albino describe la persona: “junto a la valía pictórica
                                                                                                         de Laga, queda referir su humildad y su modestia. Hombre sencillo y sincero,
                                                                                                         no gustaba de juzgar ni pensar en alto sobre los demás. Para todos tenía el
                Las últimas fiestas se hicieron en 1970 en el prau de La Casilla, hasta                  respeto y la más acusada y atenta disposición”.
        que a mediados los años 80 se vuelve a recuperar la fiesta.  Todo comenzó
        una noche de San Juan cuando un grupo de vecinos, reunidos al calor de la
        foguera, decidieron recuperar la fiesta de La Madalena, así que con ánimos                              Es una opinión compartida por el vecindario y por aquellas personas
        renovados se constituyó una Comisión de Fiestas. El trabajo fue satisfactorio                    que lo trataron.  En este sentido, la arquitecta Eliana Díaz recuerda aquel
        logrando hacerse un hueco en el amplio panorama festivo de la comarca                            verano de 1992 en el que acudió a clase con el pintor: era una estudiante
        y rivalizando en calidad con El Entrego o Tanes, localidades que también                         de arquitectura, con la tarea veraniega de aprender y  realizar un libro de
        celebran sus fiestas en las mismas fechas del mes de julio. Nuberu, en dos                       dibujos de temática variada. Y es en ese momento cuando  me reencuentro

        35  Rodríguez Hevia, Vicente. De fiestes pel Conceyu Llaviana. Cultures. Revista Asturiana de
        Cultura,  nº15, pp:  225-334. Academia de la LLingua Asturiana (2007).                           36   IDEM


                                                880                                                                                             881
   875   876   877   878   879   880   881   882   883   884   885