Page 881 - Laviana
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podían comprar en el comercio de Josefa “La Roxa”, una tienda-bar al   ocasiones, grandes orquestas, Vicente Díaz o Manolo Santarrúa, pasaron por
 uso, un comercio mixto que daba un importante servicio a la vecindad con   Puente d’Arcu.
 productos de primera necesidad y todo un catálogo de artículos apilados
 en la estantería detrás del mostrador. Aquí se compraba la tripa y la sal para
 el “samartín”. Dulce de membrillo y harina.  Madreñes y zapatillas y hasta      La localidad mantuvo, por otra parte, largo tiempo la tradición de
 colonia a granel. Tenía, también un dispensador de aceite. Y varias mesas de   “plantar el pino” en la plaza al lado del Nalón, coincidiendo con la noche
        más corta del año, la de San Juan. En El Puente todavía se recuerdan sonadas
 mármol y forja al estilo de los mejores cafés de La Pola.
        escaramuzas con los vecinos de Ribota. “Per algunos pueblos de la parroquia
        Llorío, teníen la zuna de robar los pinos a otros pueblos: La Fomermeya a
    La  barbería  de  Luciano,  el  taller  de  bicicletas  de  Pipi,  el  chigre  de   Los Tornos, L’Acebal a La Pumará; Ribota a El Puente, a Iguanzo, etc. (una
 Casa Oliva, el estanco en El Xerrón, la carpintería de Talín y Jandro, una   vegada llegaron a xuntar los de Ribota hasta siete pinos); pa que nun los
 carnicería y la tienda de casa Vicenta... un buen número de negocios, de   robaren, dexaben xente curiando, pero munches veces adormecíense; si los
 todo tipo. Durante un tiempo tuvo actividad una confitería y un pequeño   descubríen, escorríenlos a xorrascazos y había palos ”.
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 salón de baile. También funcionó una curtidora de piel: El Cortijo. En aquella
 economía de subsistencia en la que el jornal de la mina se complementaba
 con la güerta y el ganado, también se recolectaban castañas y avellanas,      En El Puente había otro bar: el de Nieves y Lolo. Este local, mientas
 productos que se enviaban fuera de Asturias para su transformación,  de   estuvo  abierto,  era  parada  obligada  el  día  del  Descenso  Folclórico    del
 hecho, en la Panificadora de Laviana (cuya familia tiene su origen en Puente   Nalón.   La fiesta,  hoy de interés  turístico nacional, tiene la salida de las
        embarcaciones en Puente d’Arcu.
 d’Arcu) se recibían los sacos de ablanes que se mandaban a Cataluña. La
 época dorada de Puente d’Arcu se fue desvaneciendo a partir de los años
 80. Sin embargo, siempre mantuvo un buen nivel de población que fluctúa      El primer cartel que tuvo el Descenso fue obra de Laga, un pintor
 alrededor del centenar de vecinos actuales.    afincado en Puente d’Arcu, trabajador de la fábrica de La Curuxera.  Luis
        Antonio García Alonso (1924-1993)  era natural del Condao.  Injustamente
        olvidado, fue un pintor sobresaliente. Dominaba con mucha solvencia la
    En el plano festivo, El Puente celebra la fiesta de La Madalena.   acuarela y era un excelente retratista, una muestra la podemos ver en el
 “Dempués d’unos años d’abandonu, les fiestes recuperáronse nos años   salón de plenos del Ayto de Laviana donde está colgado el retrato que hizo
 cincuenta del sieglu pasáu y fexéronse de forma intermitente hasta fai
 bien pocos años. La recuperación foi solemne col enramáu de tol pueblu y   del poeta Emilio Martínez.
 misa campaña nel Prau les Monxes, pegante a L’Escubiu; pa otres vegaes,
 escoyóse El Lleronzucu, El Llerón de los Mochos o El Llerón de la Fábrica, al
 otru llau del ríu. La fiesta entamaba’l sábadu col baille del prau; el domingu,      Otro poeta, Albino Suárez, responsable de la revista  Alto Nalón,
 había misa y procesión dende La Capilla a El Campu y vuelta, puya’l ramu,   gran amigo de Laga, recordaba su trayectoria vital en un amplio reportaje
 partíos de solteros escontra casaos y verbena; el llunes, díbase de jira al prau   publicado en su revista, tras el fallecimiento del pintor. En el texto, además
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 la fiesta y había xuegos pa neños y merienda ”.  del repaso biográfico, Albino describe la persona: “junto a la valía pictórica
        de Laga, queda referir su humildad y su modestia. Hombre sencillo y sincero,
        no gustaba de juzgar ni pensar en alto sobre los demás. Para todos tenía el
    Las últimas fiestas se hicieron en 1970 en el prau de La Casilla, hasta   respeto y la más acusada y atenta disposición”.
 que a mediados los años 80 se vuelve a recuperar la fiesta.  Todo comenzó
 una noche de San Juan cuando un grupo de vecinos, reunidos al calor de la
 foguera, decidieron recuperar la fiesta de La Madalena, así que con ánimos      Es una opinión compartida por el vecindario y por aquellas personas
 renovados se constituyó una Comisión de Fiestas. El trabajo fue satisfactorio   que lo trataron.  En este sentido, la arquitecta Eliana Díaz recuerda aquel
 logrando hacerse un hueco en el amplio panorama festivo de la comarca   verano de 1992 en el que acudió a clase con el pintor: era una estudiante
 y rivalizando en calidad con El Entrego o Tanes, localidades que también   de arquitectura, con la tarea veraniega de aprender y  realizar un libro de
 celebran sus fiestas en las mismas fechas del mes de julio. Nuberu, en dos   dibujos de temática variada. Y es en ese momento cuando  me reencuentro

 35  Rodríguez Hevia, Vicente. De fiestes pel Conceyu Llaviana. Cultures. Revista Asturiana de
 Cultura,  nº15, pp:  225-334. Academia de la LLingua Asturiana (2007).  36   IDEM


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