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con Laga, al que, conociendo su faceta como pintor, principalmente de                            líder:  Manolo Caxigal) la dictadura franquista marcaba duramente el
        retratos y entornos rurales,   conocía más  de forma personal por su amistad                     destino: prietas las filas y sin moverse, crecida y escribiendo la historia de los
        con mis abuelos. Recurro a él para que me oriente y encauce en la labor                          vencedores. Pero el domingo las cosas cambiaban un poco: el baile era
        que tengo por delante y es así como ese verano descubro también su faceta                        el bálsamo, la tirita que cierra momentáneamente la herida,  el día en el
        como profesor y transmisor de su pasión por la pintura. Fueron muchos días                       que poder respirar un poco de eso que se llama  libertad, al compás de
        yendo a su casa para dibujar sobre aquellos temas que me iba proponiendo,                        pasodobles y boleros. Cuando uno observa las fotos en blanco y negro de
        con distintas y variadas técnicas pictóricas, carboncillo, acuarela, lápiz, tinta.               aquellos grupos de amigos, ve caras de felicidad, pero porque es domingo y
        Un día me regaló un retrato que me había hecho mientras yo dibujaba. Aún                         la orquesta toca canciones de amor.
        conservo el libro y el retrato.
                                                                                                                La pista de Logia fue otro de los locales importantes de Puente d’Arcu.
                                                                                                         Logia, una mujer de armas tomar, mantenía a raya a la clientela y a los
                Entre otras cosas, el poeta Albino Suárez ha sido uno de los grandes                     guajes que, desde el camino que rodeaba la finca bailaban y observaban,
        divulgadores del trabajo de Laga. Al margen de los reportajes publicados en                      regentaba un bar y en temporada de verano, abría una pista de baile al aire
        Alto Nalón,  el escritor lavianés incluye en muchos de sus libros ilustraciones                  libre muy popular, no solo en Laviana, también el resto del valle del Nalón.  Los
        de Laga. La portada del libro La sirena de las sombras es un minero con un                       domingos la pista se llenaba al ritmo de las mejores orquestas del momento:
        castillete al fondo y en el interior también aparecen varias estampas mineras.                   La Pocovi, La Langreana...  Acudían jóvenes de toda la comarca. Fuera del
        Estos dibujos tienen mucha fuerza, tal vez por el trazo que acumula muchas                       verano, en el bar, también había baile, en este caso amenizado con discos.
        sensaciones o por la expresividad con la que dota las caras y las figuras de                     Además, de vez en cuando, se representaba alguna obra de teatro. Álvaro
        los mineros. Laga también ilustró un poema de Emilio Díaz, poeta lavianés                        Canella, trabajó de camarero y recuerda la representación de “La aldea
        olvidado que falleció en Puente d’Arcu en 1970. Se trata de “Viejos romeros”,                    perdida”.  En la pista de Logia se fraguaron muchas parejas y se construyeron
        dedicado a José Álvarez Cortina y publicado en Norte, núm. 216 (1967).                           muchos sueños.


                La mirada de Laga es sensible y poética. Tanto en sus acuarelas como
        en los dibujos, expresa sentimientos de manera singular. El manejo de los                               Aquellos jóvenes engominados de la fotografía que bailaban cada
        colores es realmente llamativo: de tonos más cálidos en algunos cuadros,                         domingo en la pista de Logia, trabajaban en la mina, sufrían la injusticia
        derivan a grises azulados en otros. En esos tonos más fríos encaja una vista                     salarial, la falta de libertad, pensaban en la emigración seguramente, pero
        del puerto de Llanes que pude contemplar en una colección privada. Laga,                         apenas hablaban de política.  España seguía siendo un país en blanco y
        además de exposiciones y de los premios recibidos, también publicó sus                           negro. Menos los domingos, aliviados por el poder sanador de la música.
        trabajos en portfolios de las fiestas patronales de Laviana.


                Fue el autor de “Rampero”, una imagen que ilustraba el envoltorio de                                               Hay una lumbre en Asturias
        la tableta de chocolate familiar a la taza de 200 gr. de Chocolates Mayín, a                                              Que calienta España entera
        mitad de los años 50. Es la imagen de un adolescente minero, con pitillo en la                                            Y es que allí se ha levantado
        boca, pala al hombro, lámpara de mina colgando del brazo, y sobresaliendo                                                    Toda la cuenca minera
        del bolsillo de la chaqueta una tableta de Chocolates  Mayín. Hacemos un
        paréntesis, simplemente para situar la industria del chocolate en Laviana,                              La canción de Chicho Sánchez Ferlosio forma parte de la banda sonora
        que coincide en el tiempo con la expansión de la actividad minera. Antes de                      de las huelgas mineras del 62 que arrancaron en Mieres, en los primeros días
        Chocolates Mayín ya funcionaba una fábrica de chocolate en Laviana, “La                          de abril y menearon durante varios meses los pilares de la dictadura.  El 6 de
        Camelia”, ubicada a la salida de La Pola en dirección a Puente d’Arcu, pero                      abril de 1962 siete mineros del Pozo San Nicolás, conocidos como “los siete de
        fue el empresario Víctor Fernández González y su familia quienes impulsaron                      Nicolasa”, decidieron elevar su reclamación de un mejor salario negándose
        la fabricación de chocolate en Laviana desde 1923 hasta 1973.                                    a entrar en la mina.   La protesta desencadenó un importante movimiento de

                                                                                                         solidaridad, que se fue extendiendo por las Cuencas.
                Entrados los años 50, con los fugaos fuera de juego (el 7 de febrero de
        1950, cayó durante una emboscada junto con sus compañeros el carismático

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