Page 293 - Virgen del Camino
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podido dañar y agostar la experiencia personal de tantos niños que debían
 Francisco Javier Fernández Vallina.  encontrar la adolescencia en un tiempo y en lugar que aún caracterizaba la
        Dictadura que España sufría y un nacional-catolicismo que aún, pese al aire
 Profesor Emérito de la Universidad Complutense de Madrid  fresco que el Concilio Vaticano II insuflaba, permanecía como telón de fondo
        de aquellas casi dos décadas (1957-1975) que en esta escritura evocamos.
        Es preciso para este fin remitirse, con enorme gratitud, a la labor ya referida
        de quienes tienen el mérito de haber convocado a tantos protagonistas
        directos, dominicos hoy o seglares, y más aún la los que están otorgando
 LOS DOMINICOS DE LA VIRGEN DEL CAMINO:   tiempo y vida a la ordenación, apasionada y admirable, de esa memoria y
 UN HITO HUMANÍSTICO EN LA MEMORIA DE ESPAÑA  sus casi innumerables testimonios personales. Cuantos datos aquí se muestren
        o analizan guardan debida deuda a esa impagable labor y la hipótesis y
 Me piden con más que afectuoso ahínco que escriba “alguna cosilla”   reflexión que quepa extraer nació al releer y mirar muchas veces imágenes y
 sobre mis recuerdos de la Virgen del Camino (León). Nada sin duda mayor   escrituras que tejen un relato indispensable para quienes deseen acercarse
 que me pueda honrar, pero tarea nada fácil por múltiples causas, siendo la   a aquel micro mundo, con seguridad  tan irrepetible, como guardián de
 primera la impericia, pero también mi desdén por mi propio orden personal,   un tesoro, que mantendrá su vigencia simbólica y referencial, guardando
 junto a la dificultad objetiva de añadir alguna novedad relevante a cuanto   posiblemente también secretos voluntarios o imposibles de reconstruir (cf. EL
 mis admirados “amigos de la Virgen” no hayan expresado con tanto   TOMILLAR 3-El Álbum de las fotos. La Virgen del Camino 1957-1971. Antiguos
 merecimiento como veracidad, y, en fin, lo confieso, tampoco me gusta   alumnos dominicos).
 cultivar la nostalgia. No podía, sin embargo, negarme, porque en mi ida   Vamos a detener nuestra perspectiva, sobre todo, en aquel núcleo de
 académica y política me esforcé en tratar de apreciar y enseñar el valor de   educación que fue la “Virgen del Camino”, pero desearíamos que sirviera
 la memoria colectiva y por ello se debía imponer la coherencia, sobre todo al   para intentar comprender y valorar una experiencia cuya singularidad viene
 valorar la relevancia que cobra para la ya “generación de los nietos” y que   propiciada porque no era aquél un lugar común. Cierto que había lazos
 debe otorgarse, a mi entender, al hito educativo de aquellos dominicos de   similares con no pocos colegios con internado de la época, pero en pocos
 “La Virgen” (así llamábamos, creo, muchos de entonces a aquel abigarrado   se daba la  confluencia de  un Santuario  referencial con nombre propio y
 conjunto),  que  supieron  emblematizar  lo  mejor  de  la  educación  de  dos   reconocido para una geografía ambiciosa y concreta (nacional y muy
 décadas fundamentales en el siglo pasado de España. Pequeño rincón   asturleonesa sobre todo a un tiempo) para mucha gente e intereses de
 aquel, pero de altos vuelos que recogía niños, aún en la inocencia de los   no pocos, una comunidad de frailes dominicos, padres y algún hermano,
 diez años y los irradiaba ya jóvenes y ambiciosos a una geografía, que hoy   y en consecuencia con una irrenunciable y determinada vida conventual,
 expresaría  la  sabia  de  no  pocas  de  las  Comunidades  Autónomas,  desde   un colegio-seminario con una organización especial (dos Escuelas, Mayor
 luego todo el gran Noroeste e incluyendo de modo relevante la que alberga   y Menor, convivían en aquel singular proyecto), una Casa de Ejercicios
 la capital de todos.
        Espirituales (sic), más otra comunidad de monjas unidas por una doble
 Si a la historia cabe exigirle la veracidad objetiva, la memoria ordenada de   vocación, espiritual y de servicio específico a todos los demás. Cabe resaltar
 acontecimientos, personalidades y vidas, lugares y procesos posee también   que tal abigarrado conjunto vivía en se expresaba diariamente usando, y
 su racionalidad simbólica, que no es menos real y su relato nutre finalmente   hasta disfrutando, de un original conjunto arquitectónico, aún hoy muestra
 a aquella para formar ese extraño binomio, hoy casi un axioma, que es la   excepcional de admirable creatividad, funcionalidad quasi increíble para su
 “memoria histórica”, que valora obviamente una memoria colectiva que es   época y simbiosis perfecta de armonía entre Proyecto material y conceptual
 preciso retener, conservar y transmitir, porque constituye al mismo tiempo   que cabe hoy enfatizar como extraordinario ejemplo de conjunción estética
 un  tesoro patrimonial y resulta un acto de justicia restaurada. Conviene en   y significación social y cultural.
 todo caso reclamar la prudencia y la mesura necesaria, porque siempre en
 las líneas de la historia, especialmente cuando voluntariamente queremos
 ensalzar memorias relevantes, no podemos olvidar el sufrimiento que haya



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