Page 294 - Virgen del Camino
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1. Un Santuario innovador para una tradición centenaria y unos una reordenación de los recursos materiales y personales de los diferentes
objetivos ambiciosos conventos y centros que los dominicos poseen en diferentes lugares del gran
noroeste español, de Asturias a Navarra, o desde Cantabria y Salamanca
En la década de los años 50 del pasado siglo el viejo santuario de la “Virgen hasta la capital, Madrid. Era un tiempo, hay que decirlo enfáticamente, de
del Camino”, el tercero tras sus dos precedentes, todos en conmemoración un crecimiento de sacerdotes, monjes y religiosas, obviamente propiciado
de la aparición de la virgen en 1502 al por ello célebre pastor Alvar Simón por el singular régimen político y los diversos intereses de la propia jerarquía
Gómez Fernández y casualmente a un tiro de piedra con su onda que eclesiástica y los responsables de órdenes y congregaciones. Por su parte, el
manejara sabiamente la propia María para poner su casa espiritual al pie imaginario de una ascensión en la escala social en un tiempo tan difícil, que
del Camino de Santiago, fue sustituido por el que hoy alberga a la patrona propiciara la estabilidad y prestigio de sus hijos e hijas, siendo sacerdotes, frailes
del pueblo leonés desde 1738, por Real Cédula e igualmente de las tierras o monjas, ocupaba un lugar preferencial en no pocas familias españolas, con
leonesas oficialmente por el papa Pío X en 1914. desigual sinceridad religiosa o espiritual, seguramente, pero no con menor
Cuatro siglos y medio desde aquella relevante iniciativa, hoy ya cumplidas interés práctico, aunque sólo fuera por la seguridad de una buena educación
las efemérides del quinientos aniversario de la popular aparición de la Virgen para sus hijos, muy especialmente los varones. La dimensión de la ruralidad
en el siglo XVI y del primer santuario, cabe detenerse en su gestación, pues es española aún en ese tiempo, junto al creciente, pero aún muy oneroso,
resultado de diferentes voluntades, fenómenos e intereses. Suele afirmarse, desarrollo urbano de las capitales provinciales y de los grandes ciudades
seguramente con razón, como la memoria de los abuelos reafirma, que y núcleos urbanos fueron, sin duda, otro factor coadyuvante de objetiva
aquella década, de voluntarista trabajo en la superación de los múltiples relevancia para no pocas expectativas familiares al respecto. Así, pues, los
sufrimientos personales y grandes penurias colectivas que arrastro el fin dominicos aceptaban la encomienda del santuario, pero querían también un
de la guerra “incivil” en 1939, se caracterizó, entre otras muchas facetas lugar para reemplazar, con nueva y mayor ambición, a la Escuela Apostólica
del nacionalcatolicismo de la Dictadura más arriba evocado, por una (léase Seminario menor en la denominación popular, incluso de la época)
exaltación de la devoción mariana, de honda raigambre centenaria en la de la lejana Corias en Asturias, que vendría a las cercanías de la ciudad de
vetusta España, que cooperaba sin duda a la recuperación de mercados León, pero no en su mismo centro, que desarrollaba ya también bastantes
y al potencial económico y laboral que las obras de nueva o renovada internados de signo diferente, obviamente todos de confesionalidad
construcción arquitectónica suponían. Cuando más adelante citemos católica, lo que propiciaría además la coherencia conventual de la futura
algunos otros ejemplos de construcción educativa-religiosa, como las comunidad y a un tiempo la recuperación tal vez de un viejo sueño de
grandes Universidades Laborales, veremos que se alumbran justamente en permanencia junto a la capital del viejo reino leones que la orden dominicana
esta misma época. Tal caudal de devoción no cabía, así, en la limitada debió abandonar tras la ya lejana desamortización en 1833, creía que
extensión del viejo edificio, al que había que sacrificar por ello, pese a su para siempre. La marcha de Asturias se compensaba igualmente porque
interés histórico, guardando eso sí la sensibilidad suficiente para conservar las relaciones entre las dos provincias eran casi idiosincráticas e incluían la
un rico e interesante retablo, que así se salvaba por segunda vez en su recíproca devoción mariana de “La Santina” asturiana y la leonesa “Virgen
identidad tan significativa, pues albergaba la imagen original de la Virgen del Camino”. No cabe desdeñar igualmente la prontamente famosa “Casa
del siglo XVI y una hermosa factura barroca con su lectura religiosa de gran de Ejercicios” (ya señalamos antes su raigambre histórica), que realzaba
interés. Es preciso insistir en esta perspectiva, pues jugó un papel esencial en la singularidad dominicana desde la predicación, tan deseada en medio
el planteamiento conceptual de la obra arquitectónica que el arquitecto del protagonismo de los jesuitas en ese obligado ejercicio de espiritualidad
y dominico, Coello de Portugal llevó a cabo con creatividad inusitada y sin colectiva.
precedente. Factor sin duda decisivo fue la extraordinaria aparición de un capital
El segundo factor estructural, a nuestro juicio, que es preciso resaltar, financiador de tan ambicioso proyecto a cargo del indiano de México, leonés
tiene ya mucho que ver con la propia orden dominicana que recibió el de Vegaquemada Don Pablo Díez Fernández, leonés que permitiría cumplir
encargo formal por parte del obispado de León de la custodia y pastoral del el largo sueño, al menos desde los años 30´ del santuario, que ahora sería
santuario, pero que fue fruto igualmente del propio interés estratégico de los nuevo gracias al providencial benefactor, que se hacía cargo igualmente de
frailes de la provincia de España. En efecto, esa misma época protagoniza las demás piezas fundamentales del conjunto que hoy cabe aún contemplar.
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