Page 295 - Virgen del Camino
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1.  Un Santuario innovador para una tradición centenaria y unos   una reordenación de los recursos materiales y personales de los diferentes
 objetivos ambiciosos         conventos y centros que los dominicos poseen en diferentes lugares del gran
        noroeste español, de Asturias a Navarra, o desde Cantabria y Salamanca
 En la década de los años 50 del pasado siglo el viejo santuario de la “Virgen   hasta la capital, Madrid. Era un tiempo, hay que decirlo enfáticamente, de
 del Camino”, el tercero tras sus dos precedentes, todos en conmemoración   un crecimiento de sacerdotes, monjes y religiosas, obviamente propiciado
 de la aparición de la virgen en 1502 al por ello célebre pastor Alvar Simón   por el singular régimen político y los diversos intereses de la propia jerarquía
 Gómez Fernández y casualmente a un tiro de piedra con su onda que   eclesiástica y los responsables de órdenes y congregaciones. Por su parte, el
 manejara sabiamente la propia María para poner su casa espiritual al pie   imaginario de una ascensión en la escala social en un tiempo tan difícil, que
 del Camino de Santiago, fue sustituido por el que hoy alberga a la patrona   propiciara la estabilidad y prestigio de sus hijos e hijas, siendo sacerdotes, frailes
 del pueblo leonés desde 1738, por  Real Cédula e igualmente de las tierras   o monjas, ocupaba un lugar preferencial en no pocas familias españolas, con
 leonesas oficialmente por el papa Pío X en 1914.   desigual sinceridad religiosa o espiritual, seguramente, pero no con menor

 Cuatro siglos y medio desde aquella relevante iniciativa, hoy ya cumplidas   interés práctico, aunque sólo fuera por la seguridad de una buena educación
 las efemérides del quinientos aniversario de la popular aparición de la Virgen   para sus hijos, muy especialmente los varones. La dimensión de la ruralidad
 en el siglo XVI y del primer santuario, cabe detenerse en su gestación, pues es   española aún en ese tiempo, junto al creciente, pero aún muy oneroso,
 resultado de diferentes voluntades, fenómenos e intereses. Suele afirmarse,   desarrollo urbano de las capitales provinciales y de los grandes ciudades
 seguramente con razón, como la memoria de los abuelos reafirma, que   y núcleos urbanos fueron, sin duda, otro factor coadyuvante de objetiva
 aquella década, de voluntarista trabajo en la superación de los múltiples   relevancia para no pocas expectativas familiares al respecto. Así, pues, los
 sufrimientos  personales  y  grandes  penurias  colectivas  que  arrastro  el  fin   dominicos aceptaban la encomienda del santuario, pero querían también un
 de la guerra “incivil” en 1939, se caracterizó, entre otras muchas facetas   lugar para reemplazar, con nueva y mayor ambición, a la Escuela Apostólica
 del nacionalcatolicismo de la Dictadura más arriba evocado, por una   (léase Seminario menor en la denominación popular, incluso de la época)
 exaltación de la devoción mariana, de honda raigambre centenaria en la   de la lejana Corias en Asturias, que vendría a las cercanías de la ciudad de
 vetusta España, que cooperaba sin duda a la recuperación de mercados   León, pero no en su mismo centro, que desarrollaba ya también bastantes
 y al potencial económico y laboral que las obras de nueva o renovada   internados de signo diferente, obviamente todos de confesionalidad
 construcción arquitectónica suponían. Cuando más adelante citemos   católica, lo que propiciaría además la coherencia conventual de la futura
 algunos otros ejemplos de construcción educativa-religiosa, como las   comunidad y a un  tiempo la recuperación tal vez de un viejo sueño de
 grandes Universidades Laborales, veremos que se alumbran justamente en   permanencia junto a la capital del viejo reino leones que la orden dominicana
 esta misma época. Tal caudal de devoción no cabía, así, en la limitada   debió abandonar tras la ya lejana desamortización en 1833, creía que
 extensión del viejo edificio, al que había que sacrificar por ello, pese a su   para siempre. La marcha de Asturias se compensaba igualmente porque
 interés histórico, guardando eso sí la sensibilidad suficiente para conservar   las relaciones entre las dos provincias eran casi idiosincráticas e incluían la
 un rico e interesante retablo, que así se salvaba por segunda vez en su   recíproca devoción mariana de “La Santina” asturiana y la leonesa “Virgen
 identidad tan significativa, pues albergaba la imagen original de la Virgen   del Camino”. No cabe desdeñar igualmente la prontamente famosa “Casa
 del siglo XVI y una hermosa factura barroca con su lectura religiosa de gran   de Ejercicios” (ya señalamos antes su raigambre histórica), que realzaba
 interés. Es preciso insistir en esta perspectiva, pues jugó un papel esencial en   la singularidad dominicana desde la predicación, tan deseada en medio
 el planteamiento conceptual de la obra arquitectónica que el arquitecto   del protagonismo de los jesuitas en ese obligado ejercicio de espiritualidad
 y dominico, Coello de Portugal llevó a cabo con creatividad inusitada y sin   colectiva.
 precedente.  Factor sin duda decisivo fue la extraordinaria aparición de un capital

 El segundo factor estructural, a nuestro juicio, que es preciso resaltar,   financiador de tan ambicioso proyecto a cargo del indiano de México, leonés
 tiene ya mucho que ver con la propia orden dominicana que recibió el   de Vegaquemada  Don Pablo Díez Fernández, leonés que permitiría cumplir
 encargo formal por parte del obispado de León de la custodia y pastoral del   el largo sueño, al menos desde los años 30´ del santuario, que ahora sería
 santuario, pero que fue fruto igualmente del propio interés estratégico de los   nuevo gracias al providencial benefactor, que se hacía cargo igualmente de
 frailes de la provincia de España. En efecto, esa misma época protagoniza   las demás piezas fundamentales del conjunto que hoy cabe aún contemplar.



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