Page 297 - Virgen del Camino
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Aquel entramado constructivo daba término con su peculiar acogida a la al conjunto arquitectónico de la Basílica y que se extendió, obviamente con
población de la “Virgen del Camino” y se abría a la vez al inmenso campo diferente funcionalidad, al conjunto del complejo. Queremos insistir en esta
de cereales, viñedos y otros cultivos menores, abriendo así su propio espacio idea: sin santuario al que servir, probablemente no hubiera habido historia
hacia un infinito, frío hermoso, que la geografía indicaba que se abría a y a dominicana, ni hito singular educativo en aquel lugar y época que llevar a
Castilla toda. cabo. Es más, al menos en parte, ese modelo humanístico que presidió el vivir
y el quehacer de toda una generación fue posible, casi milagrosamente,
Las páginas que las nuestras deben al libro citado, que dedican escritura
e imágenes, tan enjundiosas, precisas y explicativas, no pocas veces me atrevo a señalar, por el carácter pionero que aquel nutrido grupo, y sin
duda, de la propia comunidad que pronto llegaría a sustentar el traslado
con brillante literatura, nos obligan a su debida remisión lectora a quien desde las Caldas de la “Escuela Apostólica” de los dominicos de la provincia
desee conocer el proceso de la arquitectura del Santuario y del conjunto de España para el curso 1957/58, años, cabe recordarlo, en los que las obras
constructivo que regían ya los dominicos, francamente encomiable, si se del santuario y del resto del complejo se encontraban en desarrollo. En
piensa en ambiciones y tiempo para conjuntar los pocos años en los que efecto, el detenimiento en la visión aérea del santuario y su entorno permite
todo se ensambló. Si además queremos matices suficientes, son las páginas enfatizar varias finalidades, hijas de su tiempo constructivo y de su innovador
citadas ejemplo de memoria y reflexión por cuanto dan cuentas de los proyecto conceptual, sobre todo cuando juntamos nuestras miradas con la
aspectos materiales con su complejidad inherentes, pero sobre todo de las del conjunto interior, sin olvidarnos de los mensajes de sus puertas y el Cristo
personalidades que determinaron la factura que hoy se mantiene, cierto de Subirach. Debo resaltar cuanto antes que este proyecto no puede ser
que más triste y descontextualizada. noblemente presidida por un santuario y hijo del Concilio Vaticano II, pues el buen papa Juan XXIII no lo habría de
“casa de espiritualidad”, como ahora se llama a la de “Ejercicios” de antaño, anunciar, de forma para muchos sorprendente, hasta el 23 de enero de
aún vivas de uso y devoción y curiosamente cada vez más, especialmente 1959, comenzando sus sesiones el 11 de octubre de 1962, menos de un año
la casa emblemática de la Virgen, como un ejemplar testimonio, justo en del fallecimiento de pontífice el 3 de junio de 1963, ni siquiera, hasta donde
el seno de otro de más amplio recorrido como el “Camino de Santiago” atisbo, de ningún proyecto pionero grupal de los dominicos españoles sobre
de lo que cabe llamar con precisión la “religión cultural” de España que la necesidad del mismo y su contribución a ella, más allá de algunas de sus
crecientemente atrae a muchas más personas, cercanas y venidas para personalidades que seguían la evolución teológica francesa, alemana, de
tal fin desde lejos, de diferentes modos de creencia y hasta increencia, los Países Bajos e Italia, especialmente en el alimento que encontraban los
conscientes de tanta riqueza patrimonial y espiritual común. Es preciso buenos doctorandos que acudían al Angelicum de Roma, donde cobraban
ordenar el recuerdo de cuatro de aquellos autores indispensable en ese vida, no sin dialéctica interna, esas luces del progreso teológico europeo.
proceso: el obispo Luis Almarcha, el mecenas Pablo, el padre provincial Con todo, la confluencia de aquellos diversos intereses, formaciones y
Aniceto Fernández y el arquitecto-fraile Coello de Portugal, bajo cuya sensibilidades estaban poniendo los cimientos de importantes signos de
batuta cabe rendir honor a los tres pioneros frailes, que in situ se afanaron renovación en una época dura y difícil a un tiempo. Sorprenden, pues, en tal
con frío y sinsabores por levantar tal fábrica en un páramo y a los artistas que ambiente, algunos elementos tan interesantes como la propia estructura de
ensamblaron su excelente obra bajo las órdenes de tan singular arquitecto, la Santuario, el contraste de ese vetusto retablo barroco, que se ciñe a los
el escultor Subirach a la cabeza, pero igualmente el vitralista y mosaicista, dos muros que lo enmarcan y lo ensalzan a un tiempo, presidiendo una nave
también dominico, Domingo Iturgáiz.
vacía de ornamento, apenas iluminada, eso sí por de forma admirable por la
Sólo cabe, pues, por mi parte glosar o justificar un tanto la idea que luz que penetra transformada en el interior contrastando con la natural y tan
subyace en el título de este apartado. Hemos destacado ya la devoción simbólicamente poderosa que fuera la mirada hacia esa cumbre que remata
popular que pedía la ampliación del viejo templo y las circunstancias que y cubre al altar mayor y emerge sobre el retablo. Todo parece propiciar una
propiciaron la construcción del nuevo Santuario. Si el propio arquitecto silenciosa espiritualidad, que cabe remontar a la mística europea medieval
Coello de Portugal lamentaba la pérdida del edificio de finales del XVII, que alimentó la dominicana en sus primeras andaduras y que reclama aquí el
cuando al aceptar el encargo del nuevo ya se encontró en la plena singular programa arquitectónico. Tal exigencia conceptual adquiere pleno
demolición de este, supo, sin embargo, no sólo salvar la hermosa factura sentido, cuando conjugamos la fortaleza de los bronces de la originalidad del
del imponente retablo que albergara la vieja imagen de la Virgen, sino Apostolario y la doble puerta que da acceso al templo con su propia síntesis
convertirlo en pieza básica de la fundamentación conceptual que quiso dar catequética del propio Evangelio que Subirach pudo crear igualmente
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