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de nuestro monasterio, en Llaniu había seis hectáreas dedicadas al cultivo del tabaco (L.
Mangas Villa, “El concejo de Salas”, Geografía de Asturias, III, Oviedo, 1982, 53-58, ed.
la Nueva España)
En la terraza fluvial sobre la que se levantará el monasterio en el primer Medioevo,
existen restos de homínidos desde el Paleolítico: hace varios cientos de miles de años.
Los yacimiento prehistóricos de Suburriba –cerca del monasterio- y el de Las Murias –
Santolaya de las Dorigas-, prospectados hace poco tiempo -también paleolíticos-, son sólo
un poco posteriores (R. Estrada García,“Estudio arqueológico del entorno de Sobrerriba
[Suburriba]”, Excavaciones arqueológicas 1999-2002, 343-346; “Estudio de la vertiente
meridional del yacimiento romano de Las Murias”, ibíd.., 323-327). En el concejo pueden
encontrarse también muchas huellas del Megalítico en forma de túmulos, que hacen
referencia a la existencia de jefes locales que trataron con ellos de precisar y definir antiguas
circunscripciones territoriales: Fernández González y Fernandez Valles documenta hasta
dieciocho (J. M. González y Fernández Valles, Miscelánea histórico-asturiana. Medioevo
y época moderna, Oviedo, 1976, 85-86). La “Edad del Bronce” se hace presente, así
mismo, con varias hachas conservadas de aquella época. También fueron numerosas las
poblaciones fortificadas –los castros- en todo el contexto geográfico municipal. En un
estudio reciente y, muy bien aquilatado, se analizan todos ellos de forma escueta, pero con
mucha precisión (V. Álvarez Martínez – D. Expósito Manga – D. González Álvarez, “Los
castros de Salas”, Salas en el Camino, 3, 2006, 16-26). En algunos puede documentarse con
total claridad la presencia romana relacionada con las explotaciones auríferas. Además,
esta influencia de la cultura de Roma se evidencia en algunas huellas materiales: dos
estelas y los restos de actividades productivas relacionadas con la producción del oro, muy
importante durante el dominio de los romanos en España. En las localidades de Godán-
Ableneda pueden encontrarse restos de acueductos trabajados en roca. También tienen
interés Suburriba y Las Murias, citadas más arriba, por numerosos materiales aparecidos
de tradición romana. En el segundo de ellos se encontraron restos de cerámica común
romana y “terra sigillata”, con una moneda del emperador Constante I (347/348). El mismo
nombre de Corniana, uno de los innumerables étimos asturianos terminados en ana,
hace referencia a cierto “possessor” llamado Cornelius (C. Boves Naves, “La toponimia
romana en Asturias”, Emerita, 28, 1960, 241-264; 29, 1961, 1-52: X. Ll. García Arias,
Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos, 444, Oviedo, 2005,
ed. La Nueva España). Próximo al importante puente actual que cruza el Narcea, muy
cerca de Corniana, había funcionado ya otro, impresionante –“la ponte de la villa” de los
mis antecedentes culturales (O. Requejo Pagués, “Antiguo puente sobe el Narcea en las
casas del puente (Cornellana, Salas, Asturias)”, Excavaciones arqueológicas…, 329-333).
Fue en este dónde se enfrentaron los partidarios de Ramiro –pésicos y galaicos- y los de
Nepociano –astures y cántabros- por la sucesión de Alfonso II (842), según las Crónicas
asturianas (J. Fernández Conde, Estudios sobre la Monarquía asturiana, Oviedo, 2015 y
2019). Como es bien sabido, el vencedor entonces fue Ramiro I (842-850).
A comienzos del siglo X, en el lugar donde se levantará el monasterio de San Salvador
de Corniana se construyó una poderosa torre cuadrada de un rico jefe del poder local, tal
vez heredero del primitivo “Cornelius”. Se puede encontrar todavía adosada a lo que sería
la primera iglesia prerrománica del futuro cenobio, transformada por la magnífica iglesia
románica del siglo XII (G. Adam Álvarez, “Estudios arqueológicos del monasterio de San
Salvador de Cornellana (1998-2001)”, Excavaciones arqueológicas…, 335-342). Pero éste
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