Page 866 - Virgen del Camino
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Y se cantaban más estrofas distribuyendo ramos a religiosos y fieles. Y se                   con él. Intervenían dos grupos de cantores en sitios distintos: ante el altar y en
        organizaba la procesión claustral. Paradas. Canto de antífonas y oraciones.                      medio del coro. Y la Comunidad. El prior, con la oración final. La escenifica-
        Al regreso, dos cantores entraban en la iglesia. Se cerraban las puertas. Entre                  ción se repetía con variantes propias el viernes y Sábado Santo. El tema: la
        ambos y el coro se establecía un diálogo cantado alusivo al momento. Una                         muerte de Cristo, anticipo de su resurrección y prenda de la nuestra.
        melodía bellísima de honda inspiración:
                                                                                                            El Sábado Santo por la mañana, después del rezo de nona, se desarrolla-
            -Tú eres el rey de Israel, ínclito hijo de David, que vienes en el nombre del                ba la liturgia pascual, en latín, con música gregoriana de la Orden. Al Gloria,
        Señor. Coro: «Gloria, alabanza y honor a tí, Cristo Redentor, a quien el coro                    en la misa, tocaban las campanas y sonaban las campanillas. Terminaba el
        laudante infantil tributó un hosanna piadoso».                                                   ayuno cuaresmal y el luto de Viernes Santo. En el Gloria los frailes se quitaban

            Así, tres veces. Acabada la última estrofa, los dos cantores abrían la puer-                 la capa y capilla negras. La Comunidad quedaba de blanco. Causaba gran
        ta. El prior entonaba: «Ingrediente Dómino». Y seguía el coro: «Entrando el Se-                  impresión en los fieles.
        ñor en la Ciudad Santa, los niños de los hebreos, pregonando la resurrección                        En el triduo pascual -domingo, lunes y martes- había un detalle litúrgico
        de la vida, con ramos de palma clamaban: Hosanna en las alturas». Otro                           de sentido apologético después de la oración final de vísperas. Se organiza-
        diálogo, ya en la iglesia. Y oración final de oficiante. Luego él con sus minis-                 ba una procesión hasta el altar, con la cruz y ciriales, cantando en diálogo
        tros regresaban a la sacristía. Vestían ornamentos morados y volvían al altar.                   dos cantores y el coro alusivo al sepulcro vacío y a la resurrección de Cristo:
        La misa, la epístola cantada. Un salmo. Y canto de la Pasión de San Mateo:                       invitación al pueblo judío a presentar el cuerpo desaparecido o a creer en
        tres diáconos, cada uno con tono y melodía propios. Represen tan al evan-                        la resurrección del Señor.
        gelista, la sinagoga, Cristo. Relato dramático. Todos, Comunidad y fieles, de                       Durante la mañana del Domingo de Pascua se celebraba el Encuentro,
        pie. Y seguía la misa.
                                                                                                         función popular extralitúrgica. El marco era grandioso: el claustro principal.
            El  Jueves  Santo  era  un  día  intenso  de  espiritualidad  litúrgica.  Misa  con          Después de maitines se iba a la iglesia. Exposición del Santísimo. Y la proce-
        Gloria. Sonido último de campanillas. No volverían a sonar hasta el Gloria                       sión. Varios frailes sacaban a la Virgen cubierta de luto: manto y velo negros
        del Sábado Santo. Enmudecían las campanas. Sonaban las «carracas». Con                           sobre túnica blanca. Esperaban en la portería sus acompañantes con capa
        ellas se convocaba a los actos de Comunidad.                                                     y capilla negras. Las mujeres, con mantillas también negras. Por el extremo
                                                                                                         opuesto, el Santísimo bajo palio. Detrás con capa pluvial blanca, el prior. Sus
            Al final de la misa, la procesión del Santísimo hasta el monumento, en el
        altar del Rosario, dispuesto con luces y flores. Adoración en turnos permanen-                   ministros, con dalmáticas. Delante, la cruz y los ciriales. Cantaba la Comuni-
        tes de novicios, profesos, Hermanos, Padres hasta los oficios del viernes. En él,                dad en dos filas «Victimae paschali laudes». Todos se paraban. La imagen
        después de nona se iniciaba el oficio con varias lecturas bíblicas, responso-                    doliente avanzaba con tres reverencias: genuflexiones de los portadores. Pa-
        rios y oraciones. Luego, la Pasión de San Juan como el Domingo de Ramos.                         rada. Le quitaban el manto de luto. Los portadores y acompañantes se qui-
        Y la oración universal en forma dramatizada: por el Papa, obispo, jerarquía,                     taban las capas. Las mujeres, las mantillas negras. Continuaba la procesión
        pueblo de Dios, autoridad civil, el mundo, los atribulados, cismáticos, herejes,                 por el claustro hasta regresar a la iglesia. La Comunidad cantaba «Regina
        judíos, gentiles. Luego, la adoración de la cruz. Se trasladaba el Santísimo                     Coeli».
        procesionalmente al altar. Y comunión.                                                              Esta procesión hubo de impresionar fuertemente la sensibilidad de fray
            Por la tarde, viacrucis en la iglesia con gente piadosa. El Padre Maestro                    Pablo. La presencia de la Virgen dolorosa le recordaba su devoción a la
        aprovechaba el tiempo, de suyo largo, para explicar y preparar la acción                         Virgen del Camino desde la niñez. Decían sus con novicios que era delicado
        litúrgica del Sábado Santo.                                                                      y sensible. Armonizaba con su carácter firme y entero. Así lo demostraría en
                                                                                                         su vida.
            Los maitines de jueves, viernes y Sábado Santo incluían el canto de «la-
        mentaciones» por cantores «profesionales». Música sublime por su ritmo y fle-
        xión en su gran sencillez. El Sábado Santo añadía la «oración de Jeremías» de                       9.  Liturgia exequial
        similares características, después de la última lección.                                            En el transcurso de los cuatro años, fray Pablo presenció algunas defun-

            Otra particularidad del triduo sacro era el final de laudes: una escenifica-                 ciones: ancianos y jóvenes. El trance hubo de impresionarle como a sus com-
        ción de momentos alusivos a Cristo y a personajes <le esos días relacionados

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