Page 861 - Virgen del Camino
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sueño. Terminado el tiempo, quien presidía daba gracias y la Comunidad   con asistencia de todos. Una fiesta espiritual de los religiosos. El novicio de tur-
 respondía con el Amén.  no cantaba la exhortación de San Pedro a la vigilancia. El canto de Simeón.
        Y la oración de confianza, pidiendo la protección de Cristo. Y cantaba el
 Los Padres salían a celebrar misa, a la que asistían y servían los Hermanos.
 Los estudiantes iban a las celdas. Los novicios oían la misa del Maestro en su   hebdomadario invocando la divina bendición. Luego salían dos cantores
 oratorio. A las siete menos cuarto novicios y profesos bajaban al desayuno.   al medio y entonaban la Salve. Seguía el coro y se organizaba la procesión
 Luego, a coro para las horas y misa conventual semitonadas. Hasta las ocho.   hasta el altar. Precedían dos novicios llevando ciriales.
 De las diez y media a once y media, las clases. Luego, la comida. Una hora   Había en cuaresma variantes notables hasta Jueves Santo. Durante las
 de recreo y siesta o descanso hasta las dos. Un cuarto de hora después, vís-  cuatro semanas se cantaban otros himnos y antífonas. Era un diálogo canto
 peras precedidas en el noviciado del Oficio Parvo: A las tres y cuarto, clase,   impresionante del coro y el cantor. En la semana de Pasión y hasta el Jueves
 precedida de media hora de estudio. Después de clase, recreo de hora por   Santo se cantaba: «Oh rey glorioso entre tus santos, siempre laudable y sin
 el bosque. Al regreso, completas cantadas a las cinco, rosario semitonado y   embargo inefable. Tú, Señor, estás con nosotros. No nos abandones, Señor
 otra meditación hasta las seis. Luego estudio hasta las ocho menos cuarto.   Dios nuestro, para que en el día del juicio te dignes colocarnos entre tus san-
 Toque para maitines. Los novicios y profesos, en filas, entraban en el coro de   tos y elegidos, oh Rey bendito».
 dos en dos. Hacían genuflexión previa e inclinación profunda y ocupaban su   En tiempo de Pascua, de Resurrección a Pentecostés, las completas ad-
 sitio, abajo. Arriba, los Padres y Hermanos.
        quirían una vibración de triunfo, de gloria, con el aleluya. El himno acentua-
 Comenzaba el invitatorio precedido de las invocaciones dialogadas.   ba lo mismo.
 Seguía el himno alternante. Luego salmos y lecturas: tres nocturnos de tres   En más de una ocasión le había correspondido a fray Pablo, novicio y
 salmos y tres lecciones cada uno. Los dos coros dialogaban semitonando.   profeso, intervenir en estos cantos de las completas. Tenía voz clara, suave y
 Alternaban de pie y sentados. A la gloria, en pie todos e inclinación pro-  buen oído.
 funda. Son los salmos expresión lírica del ánimo: serenidad, paz, turbación,
 lucha, fervor, diatribas, anhelos, entusiasmos, depresiones, reflexiones, ge-
 midos, alabanzas.  6.  Detalles y aspectos

 Durante las lecciones, todos sentados. Ante un atril hacía el lector la lec-  En las principales fiestas del año se cantaban maitines, laudes y vísperas.
 tura semitonada. Lecturas variadas según día y tiempo litúrgico: historias bí-  También la misa conventual. Con acompañamiento de órgano. No habien-
 blicas, hagiográficas, doctrina espiritual patrística y teológica. Fuente de for-  do libros litúrgicos manuales, el oficio se cantaba con los libros corales anti-
 mación religiosa y humana.  guos, colocados en el gran facistol en medio del coro. Dos novicios, uno a
        cada lado del libro coral, pasaban y sostenían las hojas.

 5.  Liturgia dominicana  Los maitines del domingo duraban una hora larga. Y la «prima longa», de
        septuagésima a Ramos. El oficio parvo se recitaba semitonado en las fiestas
 En el trascurso del año se iba evocando todo el misterio de la salvación.   simples y feriales. Especial relieve ofrecían las fiestas navideñas, más íntimas y
 Espera de la llegada del Salvador:
        menos externas que hoy. Pero no carentes de alegría juvenil, propias de las
 Adviento. Gozo en el Nacimiento. Visión penitencial: cuaresma. Luto de   vacaciones con ambiente familiar. A la Nochebuena precedía por la maña-
 la Iglesia: oficios de Semana Santa. La. Laureles, campanas gozosas, aleluya:   na la vigilia solemne. Las laudes tenían carácter de doble y el hebdomadario
 Resurrección. Lluvia de fuego y de luz, renovación interior: Pentecostés. Amor   pasaba al coro derecho, signo litúrgico importante. La kalenda se cantaba
 incomprensible: Corpus. Fiesta de familia: Santo Domingo y la Virgen del Ro-  con solemnidad. En el centro del coro, el facistol y dos hachones encendi-
 sario. Triunfo de nuestros hermanos: Todos los Santos. Recuerdo y esperanza.   dos. El cantor, con alba corta, cantaba el martirologio. Luego, al pronunciar
 Y siempre la doxología trinitaria en el 1111 de cada salmo con la inclinación   las palabras «factus horno», la Comunidad se postraba en venia. Luego un
 profunda.  diácono pronunciaba un sermón en latín. Luego el prior pronunciaba una

 Una de las observancias era la recitación solemne del oficio divino. Víspe-  breve homilía. En ella felicitaba las Pascuas a la Comunidad. Después, horas
 ras semitonadas y completas cantadas, el acto coral solemne de la Orden,   menores. Y la misa conventual para novicios y profesos.



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