Page 862 - Virgen del Camino
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¡A media mañana se reunía la Comunidad en la celda priora! o provin-                         En el fondo, la fiesta era sería con efusión. Dos novicios llevaban en bandeja
        cial. El subprior felicitaba al prior en nombre de todos. No faltaban notas                      las papeletas.
        humorísticas. Solía haber algo de «juegos florales» con risas según la dosis de                     Se comenzaba rezando al patrono de la Comunidad. Un novicio sacaba
        humor de ambos. Por último, el prior decía:
                                                                                                         luego una papeleta, la leía el presidente y quedaba proclamado el nuevo
            -El procurador tiene la palabra.                                                             patrono del año entrante. Y se rezaba la oración. Luego los dos novicios sa-
            Sonaban aplausos. Entraban Hermanos con bandejas. Se generalizaba la                         caban alternando papeletas de santo, santa, sentencia y difunto por quien
        conversación.                                                                                    había que rezar.
                                                                                                            Venía luego lo más emotivo: la suerte de compañeros. Cada novicio sa-
            La Nochebuena comenzaba con una colación más abundante, aunque
        de vigilia. Luego, novicios y profesos en sus locales correspondientes, mani-                    caba una esquela y la entregaba al Padre. Éste proclamaba el nombre. Y se
        festaban su contento con música y villancicos.                                                   leía otro nombre. Los dos nombrados salían al medio y se abrazaban. Cada
                                                                                                         encuentro, una sorpresa. Risas y aplausos. Había también fracasos y frustra-
            A las once, las campanas de la iglesia volteaban para la misa de media-                      ciones: los novicios y estudiantes as piraban a un Padre o un profeso. Y cuan-
        noche. Se hacía el silencio. Una sensación de gravedad religiosa invadía el                      do salían dos de éstos de compañeros, no sucedía sin protesta estudiantil.
        convento. Novicios y estudiantes formados en filas, recorrían el claustro. Y
        ocupaban su sitio en el coro. En medio, el facistol sosteniendo abiertos los li-                    Se intercambiaban regalos en el día de Reyes. De ordinario, el mayor los
        bros corales. El oficio, cantado. El prior y subprior cantaban el invitatorio. Lue-              ciaba al menor. Y en la misma noche solía éste comer dos trozos, que le
        go, himno y salmodia. Las tres primeras lecciones, los cantores. Las restantes,                  daba el compañero mayor.
        los Padres. La última, el prior, seguida de la genealogía. Ésta revestía especial                   La fiesta de Reyes, sin aguinaldo mañanero, se amenizaba con una
        solemnidad. Un diácono con alba, estola y dalmática, acompañado de dos                           velada literaria. Era el día· señalado para conversar los compañeros de
        acólitos, pedía en el coro la bendición al prior de rodillas. Bajaba a la iglesia                oraciones.
        y cantaba desde el ambón del evangelio la genealogía de San Mateo. Al                               Todas estas experiencias conventuales dejaron un grato sabor en el re-
        terminar, regresaban a la sacristía. Idéntico ritual se hacía el día de Epifanía                 cuerdo de don Pablo: cultos impresionantes de Semana Santa con los oficios
        después de la lección nona. Seguía la misa cantada «de tres»: preste, diá-                       cantados. Lamentaciones de Jeremías, lavatorio de los pies, adoración en el
        cono y subdiácono más dos acólitos y el turiferario. Música gregoriana de la                     monumento y de la cruz. Vigilia pascual en la mañana temprana del Sábado
        Orden. Después del Credo, sermón sobre el misterio. Al final, adoración del                      Santo. El pregón solemne y lecturas cantadas. Y el gozo de Pascua.
        Niño en la iglesia.
                                                                                                            Si don Pablo dijo cuánto se había iluminado y robustecido su fe y rectitud
            Acabado el oficio y misa, la Comunidad se retiraba en silencio para el                       moral en el seno de la Orden dominicana, sin duda evocaba esos momentos
        descanso hasta la mañana. Se rezaba tercia y la misa de Aurora. A media                          cumbre de los cultos litúrgicos y disciplina religiosa durante los cuatro años en
        mañana se celebraba la tercera misa, cantada, precedida y seguida de                             que firmaba fray Pablo.
        sexta y nona. Al mediodía, la comida de Navidad.
                                                                                                            Las observancias monásticas se cumplían seriamente. Ayunos y abstinen-
            En los días navideños solían organizar las estudiantes veladas literarias y                  cias tres días a la semana. En adviento y cuaresma, la semana entera. En
        musicales. Toda la Comunidad asistía con gusto. Un día memorable era el                          conjunto, el régimen alimenticio era suficiente, pero mal distribuido, con sus
        día de Año Nuevo. La noche de fin de año se hacía Hora Santa: balance                            negativas consecuencias para los jóvenes.
        espiritual de un año y comienzo de otro. En la noche siguiente se celebraba
        la fiesta de compañeros. En la sala de la celda provincial o en la capitular se
        improvisaba un altar: una mesa, dos floreros, cuatro velas. Y el niño Jesús. En                     7.  Profesión y estudios
        el caso de sorteo impar, quien se quedaba sin compañero pasaba a serlo
        del niño Jesús. Le tocaba doble ración de turrón y golosinas. La del Niño y la                      Los años de estudiantado prolongaban casi el año de noviciado. Fray
        suya. Más la bendición del Niño-Dios.                                                            Pablo con sus compañeros connovicios hizo la profesión temporal en manos
                                                                                                         del Rector-Prior Padre fray Fernando Argüelles. Habían sido aprobados en el
            Reinaba contento, esperanza y expectación. La lectura de las sentencias                      consejo y capítulo conventuales. Ante la Comunidad y público, anunció en
        provocaba risas y aplausos por las coincidencias y humor. Algunas, en verso.                     la iglesia desde el presbiterio los nombres de los que iban a profesar. Luego

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