Page 506 - Ribadedeva
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Pimiango
culmina la población de Pimiango, las sierras prelitorales (Braña de Enmedio, Macizo de Arria,
Sierra de Peña Sagra y el Cuera) y los Picos de Europa con la destacada silueta del Picu Urriellu.
Por el oeste, aparecen las poblaciones de Pendueles, Andrín y Llanes. La sierra plana de Cue, y
las sierras de las Pandas, del Fitu y del Sueve.
Durante la primavera y el verano se disfrutan espléndidas puestas de sol sobre el mar, que el
recorrido aparente del astro o la presencia o ausencia de nubes las hacen distintas. Con el ocaso,
el faro de San Emeterio rasga con el destello de su linterna la noche sin impedir admirar en el
firmamento el titilar estelar.
Desde el mirador un sendero peatonal nos dirige al núcleo poblacional de Pimiango. Antes de
regresar al punto de partida nos acercamos a un edificio de piedra que bordea la carretera al
Peral y que presenta en el muro oeste dos potentes y desiguales contrafuertes semicirculares.
Se trata del Palacio, edificio construido a finales del siglo XII por los Mogrovejo y que pasaría
a ser la casa fuerte de los Colombres a comienzos del siglo XVI. Albergue el lunes, 28 de sep-
tiembre de 1517 del futuro rey Carlos I de España y emperador Carlos V y de su hermana la
infanta Leonor. En la actualidad la edificación, que se reparte en varias viviendas, responde a las
reformas sufridas en los siglos XV, XVI y XVII. La fachada principal se abre al sur a un amplio
patio que se comunica por medio de dos puertas en arco alineadas, la oeste con arco escarzano
y la este semicircular. El ala este de la fachada conserva la portada de arco de medio punto y
la planta superior, la ocupada por Carlos I, balcón enrasado y en distribución simétrica dos
ventanas con marcos en orejera. En el ala oeste pernocta la infanta Leonor, presenta un balcón
saliente con repisa en consola y antepecho de hierro.
Laurent Vital, integrante del cortejo y ayuda de cámara del soberano, escribe: «luego, después
de comer, las mozas de este lugar fueron a una plaza, ante el aposento del Rey, para cantar y
bailar de tan buena, gozosa y grave manera que todos tuvieron un buen pasatiempo». El cro-
nista real realiza una vaga descripción del baile en honor del monarca que dificulta su recono-
cimiento. Sin embargo, diversos autores lo identifican con el Pericote, danza ritual pagana y
que estaría representada en las pinturas antropomorfas de Peña Tú (Puertas de Vidiago, Llanes).
Pimiango conmemora en la primera quincena de agosto el paso de Carlos V por Ribadedeva.
Los actos incluyen conferencia, función musical, mercado tradicional y recreación de la visita
histórica regia. Los vecinos se muestran ataviados con diversos trajes renacentistas: cortesanos,
escribanos, monjas, frailes y campesinos. El rey y la infanta son recibidos por el Alcalde en el
Palacio, para continuar con la comitiva un desfile por el pueblo con paradas en las distintas
plazas donde no faltan los bailes y los agasajos a las ilustres figuras. La celebración termina con
un banquete.
Colindante al Palacio, tras un muro se yergue la casona del Pedroso ejemplo de arquitectura
indiana construida en los inicios del siglo XX por Serafín Galguera González. Merced a su pe-
culio se realizan un nuevo trazado de la carretera a El Peral en 1907, la nueva Escuela de Niños,
las fuentes del Lugar y la Roza, los abrevaderos de las Triemes, la Roza y el Bijorco y el potro,
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