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Pimiango
nuel Noriega Laso (Pimiango, 1841-1919) torrero de este faro desde su inauguración. Nacido en
Colombres, localidad natal de su madre, Josefa Ruiz Noriega, recibió la instrucción primaria en la
Escuela de Pimiango. Como ingeniero e inventor lo comparan con los más eximios de su época,
además fue políglota, literato y notable publicista.
Si desde el Centro de Interpretación de San Emeterio al encontrarnos la carretera del faro
tomamos dirección sur, supone una subida hasta el mirador del Picu. Antes nos hallamos en
la primera curva un talud que muestra un característico coluvión. Desde aquí se advierte un
sendero (NO) que se adentra en la zona de Tronía. Entre las formas cárstico-marinas encon-
tramos los bufones, simas invadidas por el mar que cuando están activas el agua es expulsada
con un ruido característico. Por sus dimensiones destaca el conocido como bufón de Tronía, en
realidad un cenote o dolina inundada pero con función bufadora y surtidora. Encontramos el
acebuche u olivo silvestre en forma arbustiva de almohadilla o cojín, y en la de porte arbóreo los
vientos del cuarto cuadrante ocasionan un crecimiento lateral. Al oeste del arruinado caserío,
hay que buscar un sendero que tras salvar un cueto nos dirige hasta la playa del Regolgueru si
descendemos (NO). Si optamos hacia el sur, el ascenso de la fuerte pendiente termina en el mi-
rador del Picu. La otra opción es regresar a la carretera, una llevadera subida nos deja también
en el mirador del Picu.
El Regolgueru es una cala que sigue la estratificación general de la zona E-O de la roca caliza.
Su posible origen se deba a el colapso de una galeria subterránea capturada y ensanchada por
el mar. El Arco del Caballo es el resto de una galería horadada por las aguas subterráneas que
circulan por el roquedo calizo. De las zonas de Miranda, el Puntíu, las Triemes y el Bijorco
proceden las aguas del arroyo que desemboca formando marmitas de gigante en esta playa. En
su recorrido se encuentran los restos de un fallido molino obra de Manuel Gestera, constructor
del faro de San Emeterio.
El mirador del Picu se construye por suscripción popular en 1978 en el borde de la Sierra
Plana a 140 m de altitud. Promovido por Amando Laso Madrid, según proyecto de J. Jurado
y ejecutado por Ricardo López Villegas. Permite contemplar un dilatado paisaje de los cuatro
puntos cardinales con una sorprendente proximidad del mar y la montaña. Al norte se nos
muestra el proceloso mar cantábrico y la costa acantilada, con el Faro y el Arco del Caballo. Éste
nos indica la playa del Regolgueru con acceso por el sendero que baja del mirador. Es el paraje
de Tronía que se contiene en el Entorno de Protección de la Cueva de El Pindal, cuya galería
está excavada en un tramo de este terreno. Esta zona se caracteriza por los bufones y una gran
uvala de fondo plano cuyo suelo está constituido por un horizonte orgánico desarrollado sobre
arcillas rojizas resultantes de la disolución de las calizas, ahora tapizada de verdes prados y en
otro tiempo, además, cultivada. Al este una vista de la sierra llana, con el picu de la Oliva, con
moderada pendiente de derrubios en transición a la rasa caliza. Al anochecer son visibles los
destellos de faros tan lejanos como son los de Lastres en la costa asturiana y el de Cabo Mayor
en Santander.
Al sur, en días despejados, percibimos una sucesión de unidades de relieve desde la rasa que
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