Page 858 - Virgen del Camino
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por la carretera o hacían excursiones a Cangas, a Santa Ana, al Acebo. Los                          Estos religiosos influyeron en el ánimo y carácter serio de fray Pablo sin
        novicios no salían.                                                                              ellos darse cuenta.

            El «silencio profundo» se guardaba en el convento desde la noche hasta                          La Comunidad oscilaba entre ochenta y noventa frailes. Se levantaban a
        después del coro y desayuno. También siempre en las celdas y refectorio. Las                     las cuatro y media de la mañana. A las cinco, al coro para la meditación. Un
        celdas se bendecían por la noche. Iba el Padre Maestro acompañado de un                          novicio hacía la lectura por el Padre Granada. Un librito encuadernado en
        novicio llevando el acetre. Con el hisopo bendecía cada puerta. El novicio,                      piel titulado «Meditaciones para todos los días de la semana». Eran lecturas
        arrodillado. Recitaban el Avemaría. Por la mañana despertaban con la mis-                        para las cuatro semanas del mes. Breves, de tres páginas y media. Selección
        ma salutación cantada por el llamador. Novicios y estudiantes rezaban en                         de la «Guía de pecadores» y de «La Oración y Meditación». Como término
        d pasillo de salida al claustro el Oficio Parvo de la Virgen como preparación                    medio duraba diez minutos, según el ritmo de cada lector.
        del Oficio Divino en el coro.
                                                                                                            Fray Pablo leía suavemente, con voz clara y pausada. De pie, apoyaba
            Para todos era obligatorio vestir el hábito durante el día. Del uno de no-                   el libro en un pequeño facistol, en medio del coro, y se alumbraba con una
        viembre a Pascua, con capa y capilla negras. De Pascua a todos los Santos,                       linterna. El coro, a oscuras, sin más luz que la reflejada del libro y la que podía
        de blanco. Para salir, excepto recreo y excursiones, era obligatorio el hábito                   entrar por los ventanales. En ese ambiente penetraban más persuasivas las
        completo. Los Hermanos, en el trabajo, estaban sin él. Sólo en el trabajo. No                    finas ocurrencias y reflexiones de fray Luis de Granada. Suaves humorismos
        había recreo después de la cena en los sábados, para prepararse a la co-                         de buen andaluz. Insuperables definiciones líricas de la llaga del costado de
        munión del domingo. San Pío X estableció años después la comunión diaria.                        Cristo:
                                                                                                            «Rubí de inestimable precio». El soliloquio de la Virgen con el Hijo muerto

            4.  Marco de la vida religiosa                                                               en brazos. Comparaciones ingeniosas. Noticias insólitas de Plinio y párrafos
                                                                                                         de San Cipriano. Inolvidables frases de subido grafismo. Palabra exacta. Me-
            El mismo día que llegaban a Corias desde Boñar Pablo Díaz y Manuel                           táfora peregrina. Un buen consejo.
        Tascón por la tarde, salía por la mañana el estudiante fray Alberto Colunga
        para Salamanca, según él mismo refiere. Había llegado a Corias el 26 de ju-                         La suave cadencia de la voz de fray Pablo daba más relieve y sentido
        lio de 1895 a las diez de la mañana, después de «caminar toda la noche en                        a la descripción: «¿Qué piensas tú que es el movimiento de los cielos sino
        una diligencia que había salido de Oviedo a media tarde anterior». Y había                       un torno muy ligero en que se está siempre hilando nuestra vida? Mira de la
        salido para Salamanca el 8 de septiembre de 1900. Escribió su propia expe-                       manera que se hila un poco de lana, que a cada vuelta que da el torno se
        riencia de Corias en esos cinco años, idénticos en marco a los de fray Pablo.                    recoge un poco; y otra vuelta, otro poco hasta que se acaba toda. Que de
                                                                                                         esa misma manera se está siempre hilando en el torno de los cielos nuestra
            Desde 1897 quedaban en Corias Noviciado y Filosofía. Los novicios, unos                      vida, pues cada vuelta que se da se recoge un poco de ella».
        diez. Los estudiantes de tres cursos, unos treinta. Había varios Hermanos ve-
        nerables: Fray José Barberá. Regentaba la enfermería con gran placer de los                         Y otra descripción insuperable de una escena de su tiempo: «Oh, a cuán-
        enfermos. Servíales con mucha caridad. Familiarizado con la muerte, cuan-                        tos de nosotros acaece esta misma burla: que gastamos el tiempo que Dios
        do le llegó la hora, dio al sucesor las instrucciones adecuadas. Fray Manuel,                    nos da en vanidad y burlerías y después viene a faltarnos cuando era más
        el portero. Fray Froilán, sacristán. Fray Antonio, el jefe de cocina. Fray Esteban               menester. Y así nos acaece como a los pajecillos de palacio: que les dan
        Beltrán, octogenario, trabajador incansable. Fray Mariano Nuño, antiguo er-                      una vela para acostarse y ellos gastanla en jugar toda la noche y después
        mitaño de Córdoba. Un andaluz a su aire. Saliendo una tarde al bosque los                        vienen a acostarse a oscuras».
        estudiantes de paseo, le hallaron al borde del camino leyendo un libro grue-                        Y aquel otro final de la Oración del Huerto: «Por lo uno me alegraré y por
        so. Notaron que había textos en latín. Le preguntaron:                                           lo otro me entristeceré; y así, con lágrimas y alegría cantaré y lamentaré el
                                                                                                         misterio de tu sacratísima Pasión; y estudiaré siempre en aquel libro del profe-
            - ¿Entiende lo que lee? Respondió con aplomo:
                                                                                                         ta Ezequiel que de cantares y lamentaciones era escrito».
            -A mis años ¿no habría de entender todas las lenguas?
                                                                                                            Terminada la lectura, el novicio iba a su sitio. Los frailes se arrodillaban, se
            Fray Olave, un vasco. Ejercía el cargo de lavandero. Vivía en continua                       calaban la capucha y a pensar en Dios combatiendo las distracciones y el
        oración.


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