Page 872 - Laviana

transformación económica y social del concejo de Laviana, es también falleció –según el parte médico- de un shock traumático. Su cadáver fue
un factor a tener en cuenta para entender la modificación del paisaje y el
cambio de un concejo eminentemente agrícola y ganadero a una economía
mixta en la que el peso lo llevaba el carbón. “Y digo bien, irrumpió, porque
la aparición de la minería no fue un proceso gradual , sino una auténtica
eclosión que transformó los modos y relaciones de producción, que alteró
el paisaje y supuso una innegable modificación social y económica de la
zona ”.
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El auge de la minería en Laviana está íntimamente ligado a la mejora
de las comunicaciones: hasta 1872 no llegó la carretera al concejo y el
ferrocarril, el 18 de Enero de 1885. “A las primeras denuncias carboneras
por paisanos calicatiadores, siguieron los grupos de montaña, que se
concentraron en Villoria y El Condado, absorbidos por corporaciones
industriales de capital foráneo, como Coto Musel, Fradera y Charbonnages
de Laviana, o regionales, como Duro Felguera ”.
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El primer apoderado de Charbonnages de Laviana, León Boire
aparece, por primera vez, el 15 de Diciembre de 1904, registrando una
mina -“Martita”- en Puente d’Arcu “pero no se sabe si lo hizo a título
personal o como apoderado de la Sociedad francesa, al menos no consta
expresamente, simplemente aparece como vecino de Tolosa (Guipúzcoa) ”.
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Este apoderado ya figura como vecino de Laviana en 1905 comprando
de segunda mano la mina “Ya te veré” también en Puente d’Arcu. «En el
registro se solicitaron 50 hectáreas pero la Jefatura de Minas autorizó 49.
La concesión abarcaba una estrecha franja que iba desde Puente d’Arcu
al Cantu Riba (La Cuesta). La boca-mina estaba, al Oeste de la capilla de
Sta. Eugenia de Puente d’Arcu, en La Riega La Magdalena. El 23 de Junio
de 1918, se mató trágicamente en esta mina el chaval de 16 años Emiliano
Álvarez Iglesias, natural y vecino del Condao. Estando Emilio paliando en
la rampa de explotación, de repente hubo un derrabe de tierra y pizarra
que lo envolvió. Fue auxiliado y rescatado con vida inmediatamente por
los picadores Alfredo Martínez y Baldomero González, pero al poco tiempo
Trinidad, Francisco. Introducción a La Aldea perdida. Novela-poema de costumbres cam-
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pesinas. Ed. Excmo. Ayuntamiento de Laviana (2006).
16 Rodríguez, Fermín / Menéndez, Rafael. Aldea perdida y pola encontrada. Centro de
Cooperación y Desarrollo Territorial (CeCodet) / La Aldea Perdida (Laviana). En La Nueva
España. https://mas.lne.es/polas/la-aldea-perdida/articulo/308/aldea-perdida-pola-encon-
trada.html
17 Alejandro Alas. Concejo de Laviana. Historia de la minería con sus 400 mineros muer-
tos.1833-2019 (2020). (Documento inédito).
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despedido y enterrado en el Cementerio del Condao”. En las minas de
Charbonnages de Laviana perdieron la vida siete mineros .
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Otra de las minas de Puente d’Arcu fue “Precaución”, registrada
el 14 de Octubre de 1905. “Dentro de su perímetro entran, de Sur a Norte:
un prado, a la orilla izquierda del Nalón, de los herederos de D. Silverio
Palacio, padre de D. Armando Palacio Valdés, el Llerón del Prau Les Monxes
(margen derecha del Nalón), la carretera, varias casas de la localidad de
Puente d’Arcu, el Castañéu La Madalena y la Mata de Pando de Celedonio
Concheso. Parece ser que la bocamina estuvo dentro del Castañéu La
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Magdalena, a unos 60 m. –al Norte- de la las casas de Puente d’Arcu ”. Esta
mina ya se había explotado con anterioridad, según documenta Alejandro
Alas, en 1872 Álvaro Fueyo, ferreru de Villoria, registra una mina de carbón
llamada “Magdalena” que fue clausurada al poco tiempo. En 1873 José
A. Robles González, vecino de Oviedo, registró esta mina de carbón con el
nombre de “Felicidad”, también cerró al poco tiempo. Y el 14 de Mayo de
1875, el mismo José A. Robles González, volvió a registrar esta mina con el
mismo nombre de “Felicidad”, cerrando el 1º de Noviembre de 1875.
Las noticias de la explotación de carbón y sus resultados fueron el
motivo por el que José Fradera Camps se interesó por el negocio carbonero.
Fradera Camps y su socio Manuel Carlos Butsems habían montado una
cementera en Vallcarca, cerca de Sitges, inaugurada en 1903. El carbón que
necesitaban lo compraban a distintas empresas mineras pero, para evitar
esa dependencia decidieron adquirir varias minas en Asturias. Tras explorar
las posibilidades, a finales de los años 20, deciden registrar en la Jefatura
de Minas 16 nuevas concesiones carboníferas. Y paralelamente comprar 27
minas, de segunda mano, ya en explotación.
En el grupo de las nuevas concesiones, la mayoría ubicadas en las
parroquias de Villoria y Tolivia, figura la adquirida en Taraña, un hermoso
paraje, al lado del río Raigosu, muy cerca de L’Acebal, en la parroquia de
Llorío. Allí había un molino, el edificio que todavía se conserva, se servía a
través de una presa en el río Raigosu.
El tranvía minero de la empresa Fradera ha dejado paso a una
ruta por la que es posible imaginar el movimiento de carbón. En esta ruta,
la empresa, construyó un puente sobre el río Raigosu, que daba acceso
a la mina de Vegalamuela. Los mineros que vivían en L’Acebal, bajaban
caminando a la mina. También las mujeres utilizaban un sendero, por El Xerru,
hasta el río, pero cargadas con “el fatu” -la ropa de trabajo del minero- para
hacer la colada en el río. De la dureza del trabajo en la mina todos somos
conscientes, del trabajo de la mujer, no tanto.
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