Page 306 - Virgen del Camino
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como ejemplo), especialmente en su aspecto ascético junto a su conciencia cuadro general, se explican bien la impronta que forjaba la evolución escolar
de “espiritualidad cultural” que abarcaba, por fortuna, las artes todas de los muchachos. Veámoslo de la propia copia de su formalidad escrita:
del espíritu, desde la música a la poesía; c) la equidad en el tratamiento
educativo, que deseaba sustentarse en la ausencia de privilegio desde
cualquier procedencia del alumno y deseaba estimular a los de mayores
dificultades personales de cualquier tipo, aunque algunos métodos para
ello resulten hoy harto discutibles. Cabe sin duda ejemplificar cada uno
de los criterios con múltiples ejemplos, pero me permitiré sólo un botón de
muestra para acercar a posible lector a un interés mayor al respecto. En el
primer objetivo ya ocupaba el deporte el lugar lúdico y formativo que hoy se
considera un valor común y múltiples eran las reglas que ordenaban uno u
otro aspecto, desde la organización de ligas en las múltiples especialidades
hasta la llamada al esfuerzo constante de superación desde la máxima
latina de “mens sana in corpore sano”, que todo niño aprendía en su primera
semana de vida colegial. Con todo, no conozco el caso similar de que cada
mañana, hiciera frío o calor (el primero es en la Virgen del camino proverbial),
todos los niños y adolescentes comenzaban a una hora muy cercana a
las siete con una vuelta de todos corriendo a la “finca del colegio”, que
precisaban la superación cotidiana de varios kilómetros antes del primer
refrigerio, por supuesto con el único atuendo del “traje de deporte”. Sobre
la espiritualidad religiosa, que he apellidado cultural, por cuanto puede
permanecer como patrimonialmente emblemática, recordaré las escuchas
de lecturas o músicas obligadas en el tiempo de nuestras diarias comidas,
sólo ocasionalmente suspendidas en algunas fiestas o días especiales, con (pág. 358, fotos 877 y 878)
aquella alegría del “podéis hablar”, pero que contenían a la vez obras
literarias de clásicos inexcusables o escritores religiosos perdurables (Santo Aunque la propia escritura es ya admirable, quisiera llamar la atención
Tomás de Aquino o San Agustín) y música igualmente clásica indispensable: sobre la estructura de la organización y clases. Si bien nos fijamos, hay
desde la primera cucharada, Mozart, Haendel o Bach, sin excluir por supuesto cuatro clases diarias e igual número de espacio y tiempo para el estudio
a Wagner, es decir, con sus obras seculares, más religiosas o profanas, iban que se hacía en las salas comunes “ad hoc”, curiosa cuestión de suma
penetrando en los oídos infantiles de todos sin excepción, aunque la ascesis actualidad conceptual, otorgando en consecuencia no sólo el preciso para
queda sin duda demostrada. De la tercera condición cabe recordar por la ordenación cabal de la memoria, sino para la ordenación del esfuerzo
su ejemplaridad el régimen de “becas y medias-becas” para sufragar las que en las clases se propiciaba y demostraba. Si completamos la vida diaria
exigencias económicas a quienes no podían hacerlo, eso sí con la exigencia con el proceso formativo de los seis años, nos aproximamos a un cuadro
de un “notable” en el rendimiento escolar. En su lado negativo, cabe seguir más fiel del qué y el cómo de aquella formación. Las fotos muestran, a
reseñando algunos castigos físicos, si no crueles, absolutamente innecesarios, través de dos Certificados las materias cursadas, que abría que completar
como prueban los no pocos frailes profesores que nunca los exhibieron. con la mayor o menor intensidad de la asignatura, pero que nos conduce
Toca enfatizar ya algunos pormenores de la estructura descrita. Nada a la análoga y debida del Currículo escolar obligado por el Estado, con la
refleja mejor seguramente uno de los más significativos, la organización mezcla de Ciencias y Letras de la época, más el énfasis humanístico, con
escolar, que la ordenación de sus horarios para resaltar un sistema inglés y francés además, y el consabido de la religión.
francamente pionero, incluso en su cierta rigidez. Cuando se examina el
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